martes, 31 de julio de 2012

En América la india añu Aniin unió dos naturalezas


El estruendoso ruido de los cañones que bajaban su carga una y otra vez tenían aterrorizados a la comunidad indígena añu que habitaba a pocos kilómetros donde se libraba la batalla naval del Lago de Maracaibo. Previamente ya estaban muy inquietos al observar durante varios días las distintas maniobras de los buques de guerras en ese paraje.

Era el año de 1823, para ser más específico un día jueves y cerca del final de la tarde comenzó el fiero enfrentamiento entre la escuadra española y la escuadra venezolana. En dos horas de recio combate se decidió la acción que sellaría la independencia de Venezuela.

 De una de los barcos en llamas, saltaron parte de su tripulación al lago y nadando con desespero trataron de llegar a la orilla, la mayoría de los que lograron tocar tierra fueron nuevamente capturados por la fusilería venezolana. Uno de ellos, aun herido logro esconderse entre los manglares y eludió la firme requisa para encontrar a los vencidos. Durante tres días casi agonizante se mantuvo bajo resguardo y cuando sus fuerzas comenzaban a abandonarlo es encontrado y auxiliado por los añu y fue llevado a uno de sus palafitos (ranchería construida sobre el lago) para ser curado y alimentado.

Una joven india Añu de nombre Aniin, que significa en su idioma “Aquí”, asumió el encargo de cuidarlo, proceso que duro varios meses, tiempo suficiente para que el marino se recuperara totalmente y reflexionara sobre su futuro inmediato, la cual fue el de no regresase a España y quedarse hacer familia con Aniin y ser parte de esa comunidad indígena.

El marino resulto ser el segundo Capitán de la Fragata San Carlos, de nombre Miguel Ortega Moran y García, aguerrido y valiente hombre de mar, que unió su alma al noble pueblo añu, de lo que es en el presente el pueblo de Santa Rosa de Agua, en la Ciudad de Maracaibo, al oeste de país.  Aniin represento para el Capitán Ortega, el sentimiento más puro. La descendencia entre Miguel Ortega y Aniin fue prolifera, se estima que tuvieron más de diez hijos. Fue una mujer llena de bondad, Miguel admiraba en ella su afecto por los animales, a tal punto que tenia la creencia que podía comunicarse con ellos.

Donde Aniin se sentaba, llegaban las aves, los mapaches, las mariposas, cangrejos, las distintas especies de la zona y todas en armonía, disfrutaban de su presencia. Si estaban enfermos al solo tocarlos los reanimaba y se curaban. Para ella, cada especie tenía una razón de ser y esas vidas debían respetarse. Fueron sus otros hijos.

Hoy a casi dos siglos de la llegada del Capitán Ortega a esa tierra de sueños, llamada posteriormente Capitán Chico en su honor, Aniin sigue representando la expresión humana más genuina que une a los dos continentes y el sentimiento proteccionista de la cultura Añu por sus especies y por todo lo que significa el amor a la naturaleza.

Enviado por: 
Lenin Cardozo, ambientalista venezolano

domingo, 29 de julio de 2012

Manifiesto Ecosocialista


El siglo XXI se inicia de manera catastrófica, con un grado sin precedentes de deterioro ecológico y un orden mundial caótico, amenazado por el terror y por conglomerados de guerra desintegradora, de baja intensidad, que se extienden como gangrena a través de amplios segmentos del planeta -África Central, Medio Oriente, Asia Central y del Sur y noroeste de Sudamérica- y reverberan a través de las naciones.

En nuestra visión, la crisis ecológica y la crisis de deterioro social están profundamente interrelacionadas y deben ser vistas como distintas manifestaciones de las mismas fuerzas estructurales. La primera se origina ampliamente en la industrialización rampante que desborda la capacidad de la Tierra para amortiguar y contener la desestabilización ecológica. La segunda se deriva de la forma de imperialismo conocida como globalización, con efectos desintegradores en las sociedades que encuentra a su paso. Más aun, estas fuerzas subyacentes son esencialmente aspectos diferentes de una misma corriente, que debe ser identificada como la dinámica central que mueve a la totalidad: la expansión del sistema capitalista mundial.

Rechazamos todos los eufemismos o la suavización propagandística de la brutalidad de este régimen: todo intento de lavado verde de sus costos ecológicos, toda mistificación de sus costos humanos en nombre de la democracia y los derechos humanos. Insistimos, por el contrario, en mirar al capital desde la perspectiva de lo que realmente ha hecho.
Actuando sobre la naturaleza y su equilibrio ecológico, el régimen capitalista, con su imperativo de expansión constante de la rentabilidad, expone los ecosistemas a contaminantes desestabilizadores; fragmenta hábitats que han evolucionado durante eones para permitir el florecimiento de los organismos, despilfarra los recursos y reduce la sensual vitalidad de la naturaleza al frío intercambio requerido por la acumulación de capital.

En lo concerniente a la humanidad y sus demandas de autodeterminación, comunidad y una existencia plena de sentido, el capital reduce a la mayoría de la población mundial a mero reservorio de fuerza de trabajo, mientras descarta a muchos de los restantes como lastre inútil. Ha invadido y erosionado la integridad de las comunidades a través de su cultura global de masas de consumismo y despolitización.
Ha incrementado las desigualdades en riqueza y poder hasta niveles sin precedentes en la historia humana. Ha trabajado en estrecha alianza con una red de estados clientes serviles y corruptos, cuyas élites locales ejecutan la tarea de represión ahorrándole al centro el oprobio de la misma. Y ha puesto en marcha una red de organizaciones supraestatales bajo la supervisión general de los poderes occidentales y del superpoder Estados Unidos, para minar la autonomía de la periferia y atarla al endeudamiento, mientras mantiene un enorme aparato militar para asegurar la obediencia al centro capitalista.

Creemos que el actual sistema capitalista no puede regular, y mucho menos superar, las crisis que ha desatado. No puede resolver la crisis social y ecológica, porque hacerlo requiere poner límites a la acumulación -una opción inaceptable para un sistema cuya prédica se apoya en la divisa: ¡crecer o morir ! Y no puede resolver la crisis planteada por el terror y otras formas de rebelión violenta porque hacerlo significaría abandonar la lógica imperial, lo que impondría límites inaceptables al crecimiento y a todo el "modo de vida" sostenido por el ejercicio del poder imperial. Su única opción restante es recurrir a la fuerza bruta, incrementando así la alienación y sembrando las semillas del terrorismo... y del antiterrorismo que lo sigue, evolucionando hacia una variante nueva y maligna de fascismo.

En suma, el sistema capitalista mundial está en una bancarrota histórica. Se ha convertido en un imperio incapaz de adaptarse, cuyo propio gigantismo deja al descubierto su debilidad subyacente. Es, en términos ecológicos, profundamente insustentable y debe ser cambiado de manera fundamental, y mejor aun, lo que pretendemos, reemplazado, si ha de existir un futuro digno de vivirse.

De este modo, regresa la categórica disyuntiva planteada una vez por Rosa Luxemburgo: ¡socialismo o barbarie!, en momentos en que el rostro de esta última refleja ahora el sello del siglo que empieza y asume el semblante de la ecocatástrofe, el terror-contraterror, y su degeneración fascista.
Pero, ¿por qué socialismo, por qué revivir esta palabra en apariencia destinada al basurero de la historia por los fracasos de sus interpretaciones del siglo XX?.

Por esta única razón: por muy golpeada e irrealizada que esté, la noción de socialismo aún sigue en pié para la superación del capital. Si el capital ha de ser vencido, tarea que ahora tiene carácter urgente para la supervivencia de la civilización misma, el resultado será por fuerza "socialista", porque ése es el término que significa el paso hacia una sociedad poscapitalista.

La torpeza en su aplicación pasada obliga a su reformulación desde la radicalidad democrática y la participación activa y fluida de los ciudadanos.

Si decimos que el capital es radicalmente insustentable y se fragmenta en la barbarie esbozada arriba, estamos diciendo también que necesitamos construir un "socialismo" capaz de superar las crisis que el capital ha venido desatando. Y si los "socialismos" del pasado fracasaron en hacerlo, entonces es nuestra obligación, al elegir no someternos a un destino bárbaro, luchar por uno que triunfe y aprender de los aspectos que fallaron en el pasado para no repetirlos y desmarcarse claramente de lo que el socialismo mal entendido significó.

Y tal como la barbarie ha cambiado de un modo que refleja el siglo transcurrido desde que Luxemburgo expresara su alternativa fatídica, así también el nombre y la realidad de "socialismo" deben hacerse adecuados para este tiempo.

Por estas razones escogimos llamar ecosocialismo a nuestra interpretación del "socialismo" y dedicarnos a su formulación desde el único ámbito de actuación de la democracia real y participativa.

¿Por qué el ecosocialismo? Vemos al ecosocialismo no como la negación sino como la realización de los socialismos "de primera época" del siglo XX, en el contexto de la crisis ecológica. Como aquéllos, éste se construye entendiendo el capital como trabajo objetivado, y se funda en el libre desarrollo de todos los productores o, en otras palabras, en el desmantelamiento de la separación de los productores respecto de los medios de producción. Entendemos que este objetivo no pudo ser realizado por los socialismos de primera época, por razones demasiado complejas de abordar aquí, excepto resumirlas en los diversos efectos del subdesarrollo en un contexto dominado por la hostilidad de los poderes capitalistas existentes. Esta coyuntura tuvo numerosos efectos nocivos en los socialismos existentes, principalmente la negación de la democracia y el pluralismo ideológico junto a la emulación del productivismo capitalista, lo que terminó por conducir al colapso de esas sociedades y a la ruina de sus ambientes naturales.

El ecosocialismo mantiene los objetivos emancipatorios del socialismo de primera época y rechaza tanto las metas reformistas, atenuadas, de los grupos y sectores de la socialdemocracia que no cuestiona el sistema actual económico, como las estructuras productivistas de las variantes burocráticas de socialismo. En cambio, insiste en redefinir tanto la vía como el objetivo de la producción socialista en un marco ecológico. Lo hace específicamente con respecto a los "límites del crecimiento" esenciales para la sustentabilidad de la sociedad. Estos se adoptan, sin embargo, no en el sentido de imponer escasez, privación y represión. El objetivo, por el contrario, consiste en una transformación de las necesidades y un cambio profundo hacia la dimensión cualitativa, alejándose de la cuantitativa. Desde el punto de vista de la producción de mercancías, esto se traduce en una valorización de los valores de uso por sobre los valores de cambio -un proyecto de vasto significado, que se funda en la actividad económica directa.

La generalización de la producción ecológica bajo condiciones socialistas puede proporcionar la base para superar las crisis actuales. Una sociedad de productores libremente asociados no se detiene en su propia democratización. Debe, por el contrario, insistir en la liberación de todos los seres como fundamento y propósito. Supera así el impulso imperialista, subjetiva y objetivamente. Al realizar tal objetivo, lucha por superar todas las formas de dominación, incluyendo en especial las de género y raza. Y supera las condiciones que dan origen a las distorsiones fundamentalistas y sus manifestaciones terroristas.

En suma, supone una sociedad mundial en un grado de armonía ecológica con la naturaleza impensable en las condiciones actuales. Una consecuencia práctica de estas tendencias se expresaría, por ejemplo, en la extinción de la dependencia en los combustibles fósiles consustancial al capitalismo industrial. Y esto a su vez puede proporcionar la base material para la liberación de los países oprimidos por el imperialismo del petróleo, mientras que permite la contención del calentamiento global, junto a otros problemas de la crisis ecológica.

Nadie puede leer estas propuestas sin pensar, primero, en cuántos problemas prácticos y teóricos generan, y segundo y más abrumadoramente, en lo lejanas que están con respecto a la configuración actual del mundo, en su anclaje institucional y en la forma en que se imprime en la conciencia. No necesitamos desarrollar estos puntos, que deberían ser instantáneamente reconocibles para todos. Pero quisiéramos insistir en que sean tomadas desde una perspectiva apropiada. Nuestro proyecto no consiste ni en delinear cada paso de esta vía ni en ceder ante el adversario debido a la preponderancia del poder que ostenta. Se trata, en cambio, de desarrollar la lógica de una transformación suficiente y necesaria del orden actual, y en empezar a desarrollar las etapas intermedias en dirección a este objetivo.

Lo hacemos para pensar con mayor profundidad en estas posibilidades y, al mismo tiempo, empezar el trabajo de diseñar junto a todos los que piensan parecido. Si algún mérito hay en estos argumentos, entonces debe ocurrir que pensamientos similares, y prácticas que realicen esos pensamientos, germinen coordinadamente en innumerables puntos alrededor del mundo.

El ecosocialismo será internacional, y universal, o no será. Las crisis de nuestro tiempo pueden –y deben- ser vistas como oportunidades revolucionarias, lo que es nuestra obligación afirmar y dar nacimiento.

Joel Kovel y Michael Löwy

miércoles, 25 de julio de 2012

UBV Participa en la Agroferia

 En el marco del IV Seminario Nacional de Desarrollo Rural Sustentable Socialista realizado en el estado Portuguesa, en la sede de la UPT JJ Montilla en Acarigua se realizó la Agroferia contando con la participación de instituciones del estado y Universidades. 

La Universidad Bolivariana de Venezuela fue representada por el Programa de Formación de Grado Agroecología, el cual presento una muestra de formas de producción con enfoque agroecológico entre ellas:

Producción de Cerdos en Cama Profunda   




Cría de Pollos Criollos 
Foto de Rafel Roldan

Uso de Bioinsumos

Plantas Medicinales

Cría de Cachamas

Es importante destacar la presencia de Agricultores de la población de Las Matas lugar en el cual la UBV por intermedio del PFG Agroecología está desarrollando el Proyecto de Producción de cerdos en cama profunda y una granja agroecológica. 

Prof. Gustavo Palencia Coordinador de la Actividad y Artifice Fundamental del Exito

En Portuguesa Inicia el IV Seminario Nacional de Desarrollo Rural Sustentable Socialista





II Lugar Premio de Periodismo “Dr. Manuel Palacio Fajardo” 2016

Desde el 06012014 - 4:35 p.m.