lunes, 17 de septiembre de 2018

¿Qué pasará si las tortugas desaparecen?

Las tortugas sobrevivieron a los dinosaurios y han vagado por la Tierra durante más de 200 millones de años. Pero en la actualidad, estos longevos reptiles se encuentran entre los animales más amenazados de la Tierra, por delante de las aves, los mamíferos, los peces o incluso los anfibios.
La destrucción de su hábitat, la sobreexplotación de estos animales como mascotas, las enfermedades y el cambio climático son algunas de las razones que les han llevado a esta situación extrema en todo el mundo. ¿Pero qué perderíamos si desaparecieran todas las tortugas?
En un estudio, publicado en la revista Bioscience, un equipo de científicos estadounidense ofrece la primera síntesis de las consecuencias ecológicas de la continua disminución y extinción de especies de tortugas y muestra los diversos roles que cada una de ellas aportan a los ecosistemas, como mantener sanas las redes alimentarias, dispersar semillas o crear hábitats necesarios para otras especies.
Una tortuga verde en la Gran Barrera de Coral (Mivueltalmundo.com)
“Nuestro propósito ha sido informar al público de los muchos roles ecológicos esenciales que las tortugas realizan a escala global y concienciar sobre la difícil situación de estos animales emblemáticos”, explica, Whit Gibbons, profesor emérito de Ecología de la Universidad de Georgia (EEUU) y coautor del estudio.
Según los científicos, las tortugas contribuyen a la salud de muchos ambientes, como los desiertos, los humedales, los entornos de agua dulce y los ecosistemas marinos. “Su declive puede tener efectos negativos en otras especies, incluidos los humanos, que pueden no ser visibles ahora”, indica Jeffrey Lovich, científico del Servicio Geológico de EEUU y autor principal.

Impacto en el ecosistema

Las tortugas pueden ser herbívoras, omnívoras o incluso carnívoras, por eso desempeñan importantes funciones en las cadenas alimentarias. Sus hábitos de alimentación influyen en la estructura de otras comunidades con las que comparten el hábitat, sobre todo si las poblaciones son muy numerosas. Las grandes masas de tortugas y sus huevos son alimento para otros animales.

Por otra parte, algunas especies de tortugas pueden ser los principales agentes de dispersión de semillas para ciertas plantas, ya que no todas las semillas son destruidas por el tracto digestivo.
Tortuga golvina desovando en la playa de Escobilla, Mexico (Claudio Giovenzana)

Además, si desaparecieran tortugas como la del desierto de Agassiz en el suroeste de EEUU y la tortuga Gopher en el sureste del país, ciertas arañas, serpientes, anfibios, conejos, zorros, u otros reptiles, no tendrían ‘hogar’. Estas especies cavan grandes madrigueras moviendo importantes montículos de tierra que son reutilizados por otros animales o plantas.
“La importancia ecológica de las tortugas, especialmente las de agua dulce, está poco valorada, y en general poco estudiada por los ecologistas”, recalca Josh Ennen, investigador del Tennessee Aquarium Conservation Institute. “La alarmante tasa de desaparición de las tortugas podría afectar profundamente al funcionamiento de los ecosistemas y a la estructura de las comunidades biológicas en todo el mundo”, concluye.
T/lavanguardia.com
F/Francis Pérez
F/ Correo del Orinoco 17/09/18

domingo, 16 de septiembre de 2018

Confirman que las plantas sienten dolor y lo comparten (+Video)

Cuando una planta es mordida por una oruga o un insecto, reacciona al daño de la misma manera en que lo haría un animal, utilizando las mismas moléculas, a pesar de que las plantas no tienen un sistema nervioso. Esa reacción tiene como función activar un sistema de ‘defensa’, propagar y compartir el ‘dolor’ con otras plantas.
Estas sorprendentes conclusiones son el fruto del trabajo de un grupo de botánicos, microbiólogos y bioquímicos estadounidenses que estudió las reacciones de la ‘Arabidopsis thaliana’, una pequeña planta crucífera nativa de Eurasia y el norte de África. Los resultados de su trabajo fueron publicados el 14 de septiembre en la revista Science.
Cierta semejanza entre la reacción de las plantas y el sistema nervioso de los animales es la idea clave de la investigación, según un resumen del ensayo escrito por dos biólogas de la Universidad de Wake Forest (Carolina del Norte). “Las plantas son estacionarias y no pueden escapar de los herbívoros, de manera que deben responder con defensas químicas para disuadirlos y reparar el tejido dañado“, afirman las autoras.
Con este fin, las plantas acuden a una forma de comunicación por medio de iones de calcio, la cual les permite enviar señales a larga distancia. Eso implica la necesidad también de unos canales receptores y se reveló que son activados por el glutamato extracelular, un conocido neurotransmisor en mamíferos.
Uno de los participantes del estudio, el botánico Simon Gilroy, explicó la importancia de estos descubrimientos al sitio web de la Universidad de Wisconsin–Madison, donde trabaja. “Sabemos que hay un sistema de señales sistémico y que, si hieres [a la planta] en un punto, el resto de la planta desencadena sus respuestas defensivas —dijo—. Pero no sabíamos qué había detrás de este sistema”.
Los videos grabados por los científicos permiten apreciar que la carga eléctrica, en forma de ondas de luz transmitida por los iones de calcio, se propaga desde el foco del daño hasta el resto de la planta a una velocidad de un milímetro por segundo.
Eso es mucho más lento que las reacciones nerviosas en los animales, cuyos nervios transmiten la señal de dolor a hasta 120 metros por segundo, admiten los científicos. No obstante, incluso de esta manera el organismo de la planta cumple con la misma función.
El equipo empleó unas proteínas fluorescentes para poder observar las señales a medida que se extendían por las plantas en respuesta al estrés. Al propagarse la onda, el nivel de las hormonas defensivas en la región dañada aumenta, establecieron los investigadores. Admiten que el sistema de defensa puede variar entre distintas especies.
T/RT
F/UW-Madison Campus Connection / Simon Gilroy
Fuente: Correo del Orinoco 16/09/18

sábado, 15 de septiembre de 2018

Francia prohibirá en 2020 los recipientes y cubiertos de plástico

La Asamblea francesa aprobó hoy un proyecto de ley para prohibir a partir de 2020 objetos de plástico no reciclables, como los recipientes y cubiertos de plástico, con la meta de mitigar la polución que genera este material.
Dentro de este mismo proyecto de ley acerca del sector agroalimentario también fue aprobado por los diputados el lanzamiento a modo de prueba de un menú vegetariano en los comedores escolares al menos una vez por semana y durante dos años. 
“Francia tiene los medios para actuar, tenemos que estar en la vanguardia de este asunto (…). Hagamos que en los próximos diez años dejemos de estar tan dependientes del plástico”, señaló el diputado de la izquierda moderada François-Michel Lambert.
La Asamblea dio luz verde para prohibir todos los recipientes y cubiertos de plástico, entre los que se incluyen tapas, platos, envases de helados, recipientes para ensaladas y cajas. Además, tampoco estarán autorizados las pajitas y los palitos para disolver el azúcar.
Según los redactores de la ley, la mitad del plástico que se utiliza “no se puede reciclar” y un total de 13 millones de toneladas de ese material acaba en los océanos, que resultan dañados y más vulnerables.
A este proyecto, que aún debe contar con el visto bueno del Senado, se ha opuesto el ministro de Agricultura de Francia, Stéphane Travert, quien pidió más tiempo “para medir” el impacto de esta medida.
En cuanto a los menús vegetarianos en los comedores escolares, tanto públicos como privados, además de verduras, a los alumnos franceses se les ofrecerá proteínas de origen animal, como huevos y leche, y cereales y legumbres.
T/lavanguardia.com
F/Archivo
Fuente: Correo del Orinoco 15/09/18

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Una investigación revela el maltrato en una “granja ecológica” de vacas de Inglaterra

Una investigación de la organización Igualdad Animal ha sacado a la luz impactantes imágenes del maltrato a las vacas de una granja ecológica de Somerset, en Inglaterra, que provee a la conocida cadena de supermercados ingleses Waitrose.
En las grabaciones, realizadas durante los meses de junio y julio, se observa a varios trabajadores abofeteando, pisando y manejando a los terneros con violencia para alimentarlos con tubos artificiales a la fuerza y separados de sus madres. Uno de los empleados llega a ensañarse con una cría, a quien le grita “maldita mierda”, mientras le pisa el rostro con su cuerpo y ante la impotencia de la progenitora, que trata de acercarse para socorrerla.
Además, las imágenes han captado a las vacas con sus patas traseras encadenadas con grilletes para impedir que puedan sentarse. Igualdad Animal asegura también que a los terneros se les negó el acceso al agua durante 29 horas en algunos de los días más calurosos del año.
“Esta brutalidad choca con la imagen idílica que nos vende la industria láctea. Además en este caso la granja contaba con certificados de bienestar animal”, indicó Toni Shephard, directora de Igualdad Animal en Inglaterra. La granja presumía en su página web de “creer en el bienestar animal” para una mejor producción de leche.
La cadena de supermercados Waitrose ha roto relaciones con la granja tras la investigación de los animalistas y ha anunciado una “completa investigación” por su parte.
Vaca con grilletes en la granja de Somerset. IGUALDAD ANIMAL
Vaca con grilletes en la granja de Somerset. IGUALDAD ANIMAL
T/Publico.es
F/Igualdad Animal
Fuente: Correo del Orinoco 31/08/18

II Lugar Premio de Periodismo “Dr. Manuel Palacio Fajardo” 2016

Desde el 06012014 - 4:35 p.m.