domingo, 25 de diciembre de 2011

MANEJO AGROECOLÓGICO DE PLAGAS

Dentro de un mismo terreno se puede cultivar, dos o más cultivos con la finalidad de contrarrestar el ataque de las plagas, estas asociaciones por ejemplo pueden ser:


Maíz – Yuca: Esta asociación ayudará a controlar la plaga del gusano de la hoja de la yuca

Maíz – Frijol: Ayudará a controlar la plaga de la palomilla verde en frijol





Se debe realizar de cualquier forma, a excepción de quemar y  la química.

Se llaman plantas alelopáticas a aquellas plantas que producen sustancias químicas que influyen en el desarrollo de otras plantas. Normalmente esta influencia es negativa, para evitar la competencia por el agua y los nutrientes. Por ejemplo, las hojas del nogal negro o nogal de América (Juglans nigra) tienen sustancias químicas que inhiben el crecimiento de diversas especies. Esas sustancias se lixivian con la lluvia o se eliminan tras la descomposición de las hojas. Otro ejemplo es el pepino (Cucumis sativus) y otras plantas de la misma familia (cucurbitaceas), las cuales producen sustancias que también inhiben el crecimiento de otras plantas adyacentes. También se dan casos de autotoxicidad. Tal es el caso de la alfalfa (Medicago sativa), un excelente forraje para el ganado vacuno y caballar que libera una toxina que reduce la germinación y el crecimiento de nueva plantas de alfalfa. Por eso, en un campo es arriesgado sembrar dos veces seguidas alfalfa, pues los antiguos cultivos inhibirán a los nuevos.

 
Un cultivo trampa es una planta que atrae insectos dañinos y los mantiene alejados de los cultivos principales. Este uso de plantas acompañantes puede reducir los daños a las cosechas sin tener que recurrir a plaguicidas con todos sus peligros potenciales. Los cultivos trampas pueden ser plantados en el perímetro del terreno cuyo cultivo se trata de proteger o en forma intercalada.


Conservación de los  insectos benéficos


Son aquellos que en algún momento de su vida (estadíos inmaduros o adultos) se van a alimentar de los insectos plaga (que son los que se alimentan de las plantas) para poder completar su desarrollo, por ello son considerados como benéficos o buenos porque van a contribuir a mantener la población de las plagas a niveles en los que no causen un impacto económico grande, además de evitar el uso de productos químicos como insecticidas.




El desarrollo de este control se basa en las relaciones tróficas (de alimentación) que se establecen en un ecosistema, donde existe un orden primario que vienen a ser las plantas, uno secundario que vienen a ser los insectos que se comen las plantas y uno terciario que son los que se comen a estos insectos, que en este caso pueden ser aves, batracios, reptiles, mamíferos e insectos.



Multiplicando a los organismos benéficos


Se puede reproducir organismos benéficos en un laboratorio, para posteriormente liberarlos en grandes cantidades en los campos de cultivo y de esta forma controlar las plagas.


Los ENTOMOPATÓGENOS:

Los hongos entomopatógenos, son microorganismos que viven a expensas de insectos de diferentes órdenes en forma natural, no causan daño al hombre, animales ni plantas. Requieren una adecuada humedad, pH y temperatura para su natural dispersión e infección, dependiendo de cada especie de hongo.  Los hongos entomopatógenos actúan por contacto en los diferentes estadios de los insectos plaga. Las conidias, son las unidades infectivas, penetran al cuerpo del insecto, produciéndole disturbios a nivel digestivo, nervioso, muscular, respiratorio, excretorio, etc.; es decir el insecto se enferma, deja de alimentarse y posteriormente muere. La muerte puede ocurrir a los tres a cinco días, dependiendo de la virulencia del hongo y estadio del insecto.
Los ENTOMOFAGOS

Se denomina insectívoro o entomófago a cualquier organismo depredador de insectos.




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