Este proyecto, no es una propuesta tradicional para el sector agrícola, sino que se inscribe en un momento histórico que surge como una oportunidad para profundizar la revolución bolivariana, tal como lo plantea el Presidente de la República cuando evoca la “revolución en la revolución”. Este norte ideológico se concreta en las siguientes determinaciones y orientaciones estratégicas:
1. En nuestra sociedad, históricamente hay actores sociales e instituciones que han venido experimentando y ensayando con proyectos alternativos en la producción, distribución y consumo de alimentos. Por ello, en estos momentos es indispensable pasar del experimento a la aplicación socializada de las propuestas alternativas.
2. La promoción de la autogestión y las diversas modalidades asociativas de producción que se contemplan en la CRBV y en la Ley de Tierra, en estas circunstancias deben ser el norte que nos permita combatir roscas y monopolios, debilitando a estos grupos que controlan la importación, producción y comercialización de productos alimenticios.
3. En los diversos ministerios y organismos adscritos existe una capacidad subutilizada, que va desde el ámbito educativo-cultural, pasando por recursos humanos de variada cualificación laboral, hasta infraestructura técnica. En este sentido está planteado alcanzar la cooperación interinstitucional a través de las siguientes líneas de acción:
• Impulso de la planificación intersectorial, para alcanzar sinergia y concurrencia en los planes, programas y proyectos, que por ahora siguen duplicando el esfuerzo, solapando funciones, con un alto nivel de ineficiencia y no pertinencia social.
• Articulación intra e interministerial de la política social.• La transferencia directa de recursos a las comunidades.
• Simplificación de trámites y recaudos administrativos y técnico - legales.
• La pertinencia social y la eficiencia ejecutiva en la inversión presupuestaria.
4. En el Proyecto TODAS LAS MANOS A LA SIEMBRA se busca fortalecer el tejido productivo y de distribución de conuqueros, pequeños empresarios, mercados populares y bodegas comunitarias a lo largo y ancho del país. En este planteamiento se asume la producción en pequeña escala haciendo énfasis en su comercialización y consumo local. La producción en pequeña escala y con distribución local (producir para la localidad en vez de producir para intermediarios, mercados mayoristas, o supermercados colocados a larga distancia) permite el ahorro en flete, reduce la merma, atenúa la repontenciación vehicular de los transportes de carga, contribuye al no deterioro de la vialidad, ayuda al acceso a una mejor calidad de producto.
Políticamente, en este caso, cuando se hace énfasis el pequeño productor de las cooperativas, se trata de una opción preferencial por los sectores que han sido permanentemente excluidos en el campo.
5. Desde el ángulo de la aplicación de recursos tecnológicos, planteamos impulsar un proceso de transición del modelo agroquímico hacia enfoques y prácticas agroecológicas.
Cuando planteamos una fase de transición, estamos conscientes que estos cambios de enfoques – del modelo agroquímico al agroecológico - no se decretan, ni pueden ser asumido como recetas cortoplacistas. Por ello, es importante reconocer el conjunto de obstáculos que se presentan a la hora plantear cambios en la agricultura:
• Predominio de criterios y prácticas agroquímicas asociados a intereses económicos.• Descalificación de la agro-ecología como algo romántico y difícil de aplicar.
• Poco respaldo académico para las tecnologías alternativas en el agro de parte de las Universidades, la ausencia de investigaciones y publicaciones respecto al tema.
• Subestimación de los saberes y experiencias populares que se acercan a las prácticas agro-ecológicas, como es el caso del conuco.
• Aislamiento de algunos de los precursores de los enfoques agro-ecológicos.
6. Por otro lado, el conjunto de instituciones que conforman la administración pública, en el contexto nacional, regional o local, poseen una importantecapacidad de compra de alimentos que puede ser empleada como palanca para impulsar un desarrollo agrícola sustentable.
Este aspecto, es uno de los soportes que hace sustentable financieramente el Proyecto Todas las Manos a la Siembra, ya que el gasto en alimentos de origen agrícola está en el presupuesto ordinario de los ministerios, gobernaciones, alcaldías, corporaciones e institutos autónomos. Más allá de los retardos, trabas burocráticas y otras limitaciones de la administración pública, a los niños de las Escuelas Bolivarianas hay que garantizarle su alimentación diaria, igual ocurre con los hogares y multihogares, los comedores de las diversas empresas como PDVSA, CVG, los pacientes de los hospitales, los internos de las cárceles, los cuarteles, etc.
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