lunes, 2 de abril de 2012

Educación Ambiental y Ciencias Sociales


La Educación Ambiental no es una forma moderna de la didáctica de las ciencias naturales, por el contrario, es un movimiento andragógico que integra conocimientos ecológicos, filosóficos, políticos, económicos y sociológicos a objeto de modificar relaciones de producción, estructuras económico-sociales y patrones culturales (individuales y colectivos) a los fines de resituar a los miembros de la sociedad industrial contemporánea en un nuevo contexto histórico ambiental global. 

Hasta ahora la Educación Ambiental se ha enfocado con una visión reduccionista, técnica y operativa de la problemática ambiental sin detenerse a considerar el alcance y la complejidad que las interacciones humanas tienen en esta situación. La Educación Ambiental, tal y como hasta ahora ha sido planteada, tiene como objeto de estudio el medio no antropizado, es decir, la naturaleza no intervenida por el quehacer humano (fotosíntesis, ciclos del agua o del carbono, cadenas alimentarías), lo que a todas luces es un contrasentido.

¿Como hablar del ciclo del carbono sin hacer referencia a la revolución industrial y a las emisiones de gases invernadero por parte de las sociedades ricas del mundo? ¿Como hablar de la destrucción de las selvas tropicales sin explicar los fenómenos de la pobreza y la injusta distribución de la riqueza en el mundo? No se trata de excluir a las ciencias naturales de la Educación Ambiental, sino de integrarlas correctamente con una visión holística y dialéctica.

El problema de la degradación ambiental es un problema exclusivamente humano, de la sociedad humana, en tanto que está comprobado que solo el ser humano contamina. Lo lógico parecería entonces que en su estudio y en la búsqueda de soluciones se incluya e involucre a quienes por vocación y formación estudian los procesos y características de dicha sociedad, esto es, Sociólogos, Licenciados en Educación mención Ciencias Sociales, Antropólogos, Politólogos, etc.

Para entender la problemática ambiental contemporánea y a su vez generar cambios paradigmáticos en la sociedad que detengan los procesos de degradación de nuestro hábitat deben de estudiarse aspectos históricos, culturales, políticos y económicos además de los puramente biológicos

Abordar la Educación Ambiental desde una perspectiva estrictamente biológica implica otorgarle una neutralidad ideológica que está lejos de tener. La problemática ambiental no es ideológicamente neutral ni ajena a los intereses políticos y económicos que actualmente rigen al mundo. Para que la Educación Ambiental sea válida y efectiva tiene que comenzar por cuestionar esa supuesta neutralidad axiológica de la crisis ambiental. He aquí la importancia insoslayable de las Ciencias Sociales en la Educación Ambiental.
 

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