Cerca de cien productores agrícolas del estado Trujillo se juntaron
en el III Encuentro de Intercambio de Semillas Locales, realizado en
Boconó, como una muestra de su compromiso con el futuro del agro en
Venezuela.
La actividad también contó con la participación del viceministro para
Investigación y Aplicación del Conocimiento, Guillermo Barreto, quien
señaló que “esta debe ser una actividad rutinaria de las comunidades
productoras, para generar más alimento y soberanía”.
“Intercambiar semillas campesinas, indígenas y afrodescendientes es
un ejemplo de nuestra resistencia con ese otro mundo que quiere
dominarnos y hacernos débiles mediante el secuestro y la
mercantilización de la comida”, dijo.
El Viceministro recordó “cómo las semillas criollas que tenemos hoy
son producto del conocimiento y de la responsabilidad de las comunidades
campesinas que las cuidaron para estas generaciones”.
A su juicio, el intercambio de semillas es posible en Venezuela,
porque “contamos con una Ley de Semillas revolucionaria, cuyo espíritu
protege las semillas locales, y permite el libre intercambio”.
“La Ley de Semillas defiende la vida. Reconoce que cada semilla es
una vida, una historia; está prohibido patentar la vida. Este
instrumento legal impulsa los bancos de semillas locales para garantizar
alimentos sanos; contra las transgénicas, que dañan la salud humana y
el ambiente”, resaltó.
Para Barreto, “esta emergencia económica nos obliga a reinventar
otras formas de alimentarnos. ‘La papa’ la tenemos aquí. Tenemos la
tierra y tenemos la semilla, solo debemos comprometernos para producir”.
Reiteró que “la ciencia no solo está en la academia, también está en
las manos y en el saber de los campesinos; por eso, no debemos
separarnos de los productores del campo”.
SEMILLAS DE CIENCIA, RAÍCES ANCESTRALES
El III Encuentro de Intercambio de Semillas Locales regó un
‘cultivar’ de voces populares. Sandra Palencia, agricultora de Las
Mesitas, subrayó que “esta crisis es bendita, porque nos ayudó a retomar
nuestra raíces ancestrales, y a entender que defender nuestra semilla
es defender nuestros alimentos”.
Julio Pinto, productor agrícola de la aldea Miticún, también confirmó
lo dicho por Palencia: “Defender nuestra semilla es garantizar
alimentos; pero, sobre todo, alimentos sanos. Los campesinos siempre
hemos vivido de la tierra, y el intercambio de semillas permite aumentar
y mejorar la producción”.
A su vez, el agricultor José Díaz hizo referencia a “la importancia
de rescatar la variedad de semillas que sembraban nuestros abuelos, por
ser semillas sanas que no necesitaban tantos químicos. Es empezar a
comer más sano, en este jardín campesino que se llama Venezuela”.
Fuente: Correo del Orinoco 15/08/16
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