Los pasajeros del barco turístico pensaron que se acercaban a una
pequeña isla con placas de hielo pero en realidad, las manchas blancas
que observaban eran los aproximadamente 200 osos polares que se
acumulaban en la costa de la isla Wrangel, en Chukotka (Rusia). En
total, los expertos calculan que en Wrangel se acumulan este año casi
600 osos polares, más del doble de la cifra habitual hace dos décadas.
“Fue una situación completamente única y, para ser honestos, estábamos completamente atónitos”, ha explicado a AFP
Alexander Gruzdev, director de la Reserva Natural de la Isla Wrangel,
donde tuvo lugar este singular encuentro con osos polares el pasado mes
de septiembre.
La
concentración de osos respondía a la presencia de una ballena muerta
junto al mar pero, según indica Gruzdev, se trata de una demostración de
que la falta de hielo en el Ártico está obligando a los osos polares a
sobrevivir en zonas terrestres y modificar buena parte de su conducta
alimenticia.
El cambio climático está provocando una reducción de
la superficie helada en aguas del océano Ártico y los osos se desplazan a
las islas, compitiendo con la escasa comida disponible y poniendo en
peligro a las poblaciones humanas de la región.
Los estudios
científicos muestran que, en comparación con hace 20 años, los osos
polares viven ahora un mes más en la isla de Wrangel, porque “el hielo
se derrite más temprano y el período libre de hielo es más largo”,
explica Eric Regehr, investigador de la Universidad de Washington
(EE.UU.) y miembro del equipo colaborativo entre los Estados Unidos y
Rusia para el estudio de los osos polares de la isla Wrangel.
Las
cambiantes condiciones del hielo pueden ser responsables del creciente
número de osos que se congrega en esta isla, ratifica Regehr. Este
otoño, el número de osos observado ha sido de 589, excediendo con creces
las estimaciones previas de 200-300, detalla este experto, que califica
la acumulación actual de osos de “anormalmente alta”.
La
población de osos en la isla Wrangel parece estar de momento en buen
estado de salud pero los expertos consideran que la falta de hielo
dificulta la caza de focas, su fuente natural de alimentación, y a medio
plazo provocará daños importantes en la supervivencia de la especie.
Fuente: Correo del Orinoco 23/11/2017
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