La humanidad debe fortalecer la visión biocéntrica, premisa central según la cual el ser humano al pertenecer al reino animal es parte de la naturaleza, por tanto se debe respetar la igualdad de derechos de ciudadanas y ciudadanos, animales y naturaleza.
El planteamiento pertenece a la profesora Xiomara Cuevas, defensora delegada especial con competencia nacional en materia ambiental de la Defensoría del Pueblo, quien en su exposición en el Foro ¿La naturaleza tiene derechos? Aseveró: “Debemos considerarnos uno con la naturaleza, somos parte de ella, si no lo vemos así, vamos a continuar afectándola de forma negativa”.
En la actividad, que se efectuó en el marco de la Semana Mundial del Ambiente, explicó que el actual paradigma antropocéntrico se sustenta en la práctica basada en el poder y en el control de la clase dominante, con una visión dicotomizada y fragmentada de la realidad. “La naturaleza es pacífica, pero la estamos volviendo loca con el cambio climático”, acotó.
Por el contrario, destacó que la visión biocéntrica plantea que toda actividad humana está en función de la vida, sigue un modelo interactivo de encuentro y de conectividad, por lo que sitúa el respeto a la vida, no solo del ser humano sino de todos los seres vivos, como centro y punto de partida de todas las disciplinas y comportamientos humanos.
En torno a los derechos, consideró que los que están contemplados en la Constitución ecuatoriana “son muy completos”, a saber, el derecho al respeto, al mantenimiento y a la restauración de la naturaleza.
Al referirse a la legislación venezolana, Cuevas aseveró: “Nosotros tenemos muy buenas normas, de hecho la primera Constitución que en América consagró el derecho al ambiente sano y ecológicamente equilibrado fue Venezuela en la Carta Magna de 1999, y todos los demás países han ido adoptándola”.
SABIDURÍA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Cuevas inició su exposición con los planteamientos sobre el derecho ambiental que se manejaba en el mundo a principios de los años 70, cuando en los foros de la comunidad internacional se hablaba de la factibilidad de la existencia de derechos para la naturaleza.
Esos derechos, indicó, han surgido con base en un concepto del maternal género y con un fuerte componente de ancestralidad indígena y campesina de los pueblos originarios de Latinoamérica en la defensa de la Madre Tierra, que ha impulsado una nueva dimensión jurídica.
Cuevas mencionó la Proclama de la Defensa de la Madre Tierra de la Conferencia de los Pueblos por el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, que constituyó un paso importante para impulsar la iniciativa a altos niveles de la jurisprudencia internacional.
Asimismo, tomando en consideración la visión de los pueblos originarios de Bolivia y de la Revolución Ciudadana de Ecuador, habló sobre los argumentos utilizados por esos países para considerar a la Madre Tierra como sujeto de derecho con el objetivo de fundamentar el establecimiento de sus derechos formalmente tanto a nivel legislativo como constitucional.
La especialista también abordó la probabilidad, a solicitud de movimientos y colectivos ambientalistas, agrarios y otros, de que también sea incorporado ese reconocimiento bajo el postulado de derechos de la naturaleza por la actual Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
totalmente de acuerdo, el Derecho a la vida es para todo lo que posee vida.
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