Jueves 25 de septiembre 2013
Hora: 10:30 - 12:30
Lugar: Salón A3
El uso antrópico de los elementos naturales se
ha desarrollado por condición natural, sea cual sea su origen, biológico,
climático, físico-químico, entre otros, desde que el ser humano se encuentra
habitando nuestra Pachamama[1]; la
sistematización y estudio de las mismas se reconoce ancestralmente cuando se
observan las primeras relaciones de utilidad de diversos vegetales, animales y
otros elementos de origen biológico, para establecer la cotidianidad del
entorno social. Es infinita la extensión de usos y aplicaciones de todos
aquellos elementos biológicos que en la naturaleza (entorno) se han encontrado
(y aun se encuentran) disponibles, y que
se han desarrollado, hoy en día con mayor finura en diversos campos y
disciplinas. Aún encontramos entornos
sociales que conservan usos ancestrales de elementos botánicos y zoológicos con
diversos intereses: curativos, alimenticios, mágico-religiosos y muchos otros
más.
En el presente momento de trabajo colectivo (foro),
presentaremos aproximaciones de investigación bajo diversas modalidades, de aquellos
elementos que puedan delinear orígenes, principios y necesidades de integración
de saberes de la etnobiología latinoamericana en general y venezolana en
particular, tomando en cuenta lo ancestral que fundamenta dicha nominalidad,
dentro de sus tantos objetivos y propuestas que se originan desde esta
intencionalidad investigativa. Esto supone que no están concluidos por los
mismos estudiosos de dicho campo y de las especialidades del conocimiento
aproximadas al mismo (etnografía, antropología, medicina tradicional, entre
muchas); en esta aproximación no se pueden excluir los cultores populares que
en mayor grado han aportado al saber etnobiológico y a una definición
consensuada, lo mas completa de la misma. Según lo que indica Pardo y Gómez
(2003), no existe una definición que se tome como norma del concepto de etnobiología,
pues a lo largo de la historia se han referido diversas posturas entre autores
y las épocas en las cuales se enfatizan las definiciones. Lo que sí se ha
entendido en las relaciones conceptuales estudiadas, como condición común de
ideas, es que los primeros trabajos que recibieron (o se acobijaron) bajo dicha
nominalidad, consistían en desarrollar listas o catálogos que referían a su vez
los usos que a dichos entes biológicos se les daban, variando en su
especificación particular. Es entonces, bajo esta premisa que abrimos en este
espacio al diálogo de saberes entre todos los diversos actores que de una forma
u otra contribuimos y retribuimos mas allá de concepciones de titularidades y
reconocimientos, con todos aquellos conocimientos que necesariamente deben de
universalizarse para el bien común de todos los pueblos.
[1]: El término preincaico de Pachamama
(originado de las lenguas aimara y quechua) refiere al sistema de culturas mágico-religiosas
en las cuales nuestros indígenas andinos de la zona Central y del Sur
denominaron a la Madre Tierra (Merlino y Rabey, 1993). La concepción cobre en
nuestros actuales momentos una revalorarización político-ideológica
determinante al ser bandera de la lucha ambientalista emprendida por Evo
Morales y nuestro Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías a lo largo de sus
discursos, disertaciones y concepciones de trabajo (N.A.)
Responsables: Miguel Angel Sánchez1 M., Julio Vivas
Alcalá2, Aníbal Castillo3 y Elizabeth Gordon4.
Universidad Bolivariana de Venezuela, Núcleo de Investigación en Ecología
Social Ing. “José Gregorio Ortíz”, Sede Monagas1; Dirección de
Investigación, Ministerio del Poder Popular para la Salud2;
Universidad Central de Venezuela, Instituto de Biología Experimental (IBE)3;
Universidad Central de Venezuela, Instituto de Zoología Tropical (IZT)4
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