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Venecia ya no se hunde. Venecia ahora (como mínimo temporalmente) se queda sin agua.
 Los famosos canales de la ciudad están con el agua bajo mínimos y, en 
muchos de ellos, ni siquiera se puede navegar. Una estampa muy distinta a
 la que buscan los miles de turistas que viajan a la ciudad italiana con
 la ilusión de dar un romántico paseo en góndola.
Este es el 
segundo año consecutivo en que la ciudad ha visto niveles de marea 
históricamente bajos. Y justo en febrero, en pleno mes de Carnaval. El 
Gran Canal, uno de los principales corredores de tráfico de Venecia, 
permanece abierto para los autobuses acuáticos de la ciudad, que habían 
sido desviados de los canales más pequeños.
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| Una góndola cerca del puente de Rialto (Vincenzo Pinto / AFP) | 
La ciudad de la laguna está más acostumbrada a las inundaciones por 
mareas altas que a la falta de agua. Sin embargo, esta no es la primera 
vez que la ciudad experimenta una caída significativa en los niveles de 
agua, que ha bajado unos 60 centímetros. En 2016, los niveles de agua 
cayeron en 66 centímetros, mientras que en 2008 y 1989 los niveles 
disminuyeron a 90 cm.
Esta marea excepcionalmente baja podría ser 
consecuencia, según la prensa italiana, del fenómeno astronómico de la 
superluna azul de sangre, que se pudo observar esta semana en diversos 
puntos del planeta. No obstante, la prensa también apunta que se trata 
también de un signo de la negligencia con la que las autoridades han 
mantenido el centro histórico durante al menos un siglo.
Cuando la
 ciudad tenía más habitantes y menos turistas, los canales se limpiaban 
del exceso de lodo y casi siempre eran navegables, afirma ‘La Nuova di 
Venezia’.
 
 
 
 
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