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lunes, 26 de febrero de 2024

¿Cómo controlar las plagas y enfermedades en el café orgánico?


Las plagas y enfermedades en los cafetos pueden tener efectos devastadores en la salud y productividad de los cultivos. Su impacto va desde la reducción de la producción hasta la disminución de la calidad del grano.

Adicionalmente, interfieren en el proceso fotosintético de las hojas, afectan la absorción de nutrientes y agua en las raíces, y pueden causar la caída prematura de hojas y frutos. Todo esto contribuye a disminuir la producción y también puede traducirse en defectos en el sabor, el aroma y la apariencia del café.

En el caso del café orgánico, al suprimir el uso de pesticidas sintéticos, es necesario buscar alternativas naturales que puedan controlar las plagas y enfermedades de manera efectiva. Para saber cómo lograrlo, hablé con dos productores de café orgánico: Diego Carlier y José Danilo Murcia. Sigue leyendo y conoce sus experiencias.

afeto afectado por plaga

El control habitual de las plagas y enfermedades en el café

Tradicionalmente, el control de plagas y enfermedades en los cafetos se ha llevado a cabo mediante la aplicación regular de productos químicos para combatir enfermedades fúngicas y plagas de insectos; sin embargo, esto puede tener impactos ambientales y generar resistencia en las poblaciones de plagas.

“Las estrategias principales son el control agrónomo, cultural, biológico y químico. Esto abarca desde la siembra de variedades resistentes hasta la aplicación de insumos biológicos y químicos. Aunque algunos productos químicos son efectivos, es crucial reducir su uso por sus efectos secundarios negativos”, explica Diego. 

Por su parte, José Danilo afirma que, “en la caficultura convencional, el método más usual para el control de plagas y enfermedades es el químico, haciendo uso de agrotóxicos como insecticidas y fungicidas que permiten una reacción rápida frente al ataque o la infestación de las plagas. Así, se controla la población de insectos, plagas o agentes patógenos que pueden afectar a la población, lo que genera una gran dependencia de productos externos y sintéticos que pueden llegar a tener un alto costo”.

Contrariamente, en la agricultura orgánica se busca mantener el equilibrio ecológico, promover la biodiversidad y ser eficientes en el manejo de los recursos naturales.

“El manejo cultural, como la poda y la limpieza de malas hierbas, ha sido crucial para controlar la propagación de enfermedades”, señala José Danilo. “La eliminación regular de partes infectadas y la poda adecuada son medidas esenciales para limitar la propagación de patógenos, promoviendo un crecimiento más saludable y vigoroso”.

En lugar de recurrir a pesticidas químicos, la agricultura orgánica adopta métodos biológicos como la introducción de insectos beneficiosos, como las avispas, y la utilización de plantas repelentes.

Cultivo de café

Las estrategias de la agricultura orgánica para combatirlas

“La introducción de organismos benéficos y el uso de plantas repelentes son prácticas comunes en la agricultura orgánica. Estos métodos ayudan a mantener un equilibrio natural en el ecosistema del cafetal, limitando la proliferación de plagas de manera sostenible”, explica Diego. 

En algunos países, como Colombia, se han desarrollado variedades resistentes que han hecho del cultivo orgánico una opción asequible para los caficultores. Las variedades desarrolladas mediante mejoramiento genético tienen una influencia total en la resistencia a plagas y enfermedades.

Las variedades influyen de manera significativa en el control de las plagas y enfermedades, cuenta Jose Danilo, ya que “entre mejor potencial tenga una variedad para resistir su ataque, menor será la posibilidad de que existan pérdidas económicas importantes para los productores. Además, los costos por el control de enfermedades y plagas serán menores que en las variedades de café vulnerables”.

“Combatir estas enfermedades mediante el uso de pesticidas naturales, como extractos de plantas con propiedades fungicidas, es una opción permitida en la agricultura orgánica; sin embargo, es crucial la aplicación cuidadosa y oportuna”, afirma. 

Por ejemplo, el extracto de neem, la rotenona y el jabón potásico ofrecen propiedades insecticidas y fungicidas, y no son perjudiciales para los organismos beneficiosos.

Asimismo, la diversificación de cultivos desempeña un papel crucial en la reducción de la presencia de plagas al evitar la propagación continua de organismos específicos. 

La observación constante de la salud de los cafetos y la aplicación oportuna de medidas de control cuando se detectan signos de plagas o enfermedades son prácticas fundamentales. 

A su vez, el manejo que se ha desarrollado de manera cultural en algunas regiones, como la poda, la limpieza de malas hierbas y la eliminación del material vegetal infectado han sido unas medidas importantes para controlar la propagación de enfermedades.

Árbol de café con enfermedad

La prevención: un camino clave

La poda es un pilar importante del manejo orgánico de los cultivos. Con ella no solo se da forma y estructura a la planta, sino que elimina partes enfermas. Este proceso selectivo limita la propagación de patógenos y promueve un crecimiento más sano y vigoroso.

La maleza, que a menudo se pasa por alto, puede albergar y propagar patógenos dañinos. La eliminación regular de estas plantas no deseadas reduce la competencia por los nutrientes y el agua. Al mismo tiempo, reduce el riesgo de propagación de enfermedades entre diferentes especies de plantas.

La eliminación del material vegetal infectado es otra medida preventiva. Gracias a eso, es posible evitar que los patógenos se establezcan y multipliquen. Este enfoque proactivo no solo limita la propagación de la enfermedad a otras áreas de cultivo, sino que ayuda a mantener la integridad genética de la población de plantas.

Es importante destacar que, aunque estos métodos son efectivos, también tienen limitaciones y desafíos. El manejo de plagas y enfermedades en los cafetales bajo el enfoque de la agricultura orgánica busca prevenir y controlar los problemas fitosanitarios a largo plazo, priorizando el abordaje de las causas más que los síntomas.

Recomendaciones para productores

Selección de variedades resistentes: de esta forma se reduce la vulnerabilidad del cultivo y disminuyen los costos asociados al control constante de plagas y enfermedades.

Manejo agronómico: desempeña un papel crucial en la prevención y mitigación del avance de las enfermedades más recurrentes en los cafetales. La poda, por ejemplo, no solo elimina el exceso de vegetación, también mejora la circulación del aire y reduce la humedad.

Rotación de cultivos: al alternar diferentes cultivos en la misma área, se logra interrumpir los ciclos de vida de plagas y enfermedades específicas. Este enfoque técnico impide la acumulación de enfermedades y promueve un ambiente menos propicio para que se sigan propagando. 

Control biológico y barreras: promover la presencia de organismos beneficiosos, como avispas y hongos, constituye una estrategia esencial de control biológico. Además, el uso de barreras, como trampas para gestionar plagas, ayuda significativamente a preservar un equilibrio natural dentro del ecosistema del cafetal.

Manejo de enfermedades comunes: combatir estas enfermedades mediante el uso de pesticidas naturales, como extractos de plantas con propiedades fungicidas, es una opción apta para la agricultura orgánica.

Evitar prácticas agrícolas inadecuadas: fomentar una nutrición equilibrada implica suministrar a los cultivos los elementos esenciales que necesitan para prosperar. Este enfoque va más allá de simplemente abonar las plantas, se trata de proporcionar lo necesario para que respalden su crecimiento y desarrollo.

Renovación de plantaciones: al favorecer la renovación de cultivos se combate el agotamiento natural de las plantas. Al mismo tiempo, el ecosistema se adapta a un entorno en constante cambio.

Densidad de siembra adecuada: al mantener una densidad que permita una buena circulación de aire se promueve un microclima óptimo para el crecimiento de los cafetos. 

Frutos del café en maduración

Conclusiones finales

La  orgánica busca controlar las plagas y enfermedades mientras fortalece la salud general del ecosistema. Al implementar estas prácticas, los caficultores pueden proteger sus cosechas de manera sostenible y preservar la calidad de sus granos. 

Aunque dejar de utilizar pesticidas sintéticos puede generar preocupación en algunos caficultores, con las medidas adecuadas es posible controlar la salud de los cafetos de forma natural y sin depender de los altos costos de los insumos.

Fuente: PERFECT DAILY GRIND 23/02/2024

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