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viernes, 25 de abril de 2025

El uso del chimó en la agricultura

En esta ocasión quiero compartir con ustedes un tema interesante que surgió de una conversación con el Dr. Milver Colmenarez, mientras nos trasladábamos de Guanare a Ospino a cumplir con nuestra labor como docentes de la Universidad Bolivariana de Venezuela. Cómo ambos somos agricultores nos llegó el tema del cual es la razón por la cual muchos trabajadores del campo sin distingo de edad o sexo, realizan la famosa costumbre de escupir chimo, muchos lo critican y lo ven como un vicio otros como una necesidad especial para realizar la labor del campo.

Es por esta razón que nos dijimos deberíamos escribir al respecto y les adelanto que si usted trabaja el campo o va al campo se lleve su cajeta de chimo así no lo consuma y a continuación les explico algunas razones:

El chimó, una mezcla de hojas de tabaco, pasta de caña dulce y otros ingredientes, es un producto que se ha utilizado tradicionalmente en varias culturas latinoamericanas, especialmente en regiones como Venezuela y Colombia. Este compuesto, que se consume de diversas maneras, es conocido por sus múltiples propiedades, desde aliviar el hambre y la sed, hasta producir energía y proporcionar alivio ante diferentes dolencias. En el contexto agrícola, su uso es bastante prevalente entre los agricultores, quienes lo escupen durante su faena diaria. A continuación, presentó algunas de las razones detrás de este comportamiento y les invito a que hagan llegar sus aportes para enriquecer estos argumentos.

En primer lugar, es importante destacar que la actividad agrícola requiere de una gran resistencia física y mental. Los agricultores enfrentan largas jornadas de trabajo bajo condiciones climáticas diversas, lo que puede provocar agotamiento y deshidratación. Aquí es donde entra en juego uno de los beneficios más citados del chimó: su capacidad para quitar el hambre y aliviar la sed, lo que lo convierte en un recurso atractivo durante las largas horas en el campo. Además, la producción de energía que este aporta es vital para mantener la productividad durante la faena.

Otro aspecto que merece atención es la factor psicológico. El consumo de chimó produce euforia y una sensación de ánimo, lo cual puede ser un aliciente en un trabajo que a menudo es monótono y físicamente exigente. Esta estimulación puede ayudar a los agricultores a sobrellevar el cansancio y mantener la moral alta durante el trabajo, algo fundamental en una labor que puede ser tan desgastante. Así, el chimó se convierte en un aliado no solo físico, sino también emocional para quienes se dedican a la agricultura.

Sin embargo, es crucial analizar las implicaciones a largo plazo del uso del chimó. A pesar de sus beneficios inmediatos, su consumo habitual puede conllevar riesgos para la salud. Los efectos de la nicotina, presente en el tabaco, pueden ocasionar dependencia, lo que plantea una preocupación considerable. La normalización de su uso en actividades diarias podría llevar a un consumo excesivo y, por ende, a problemas de salud que afectarían no solo al individuo, sino también a su capacidad para trabajar eficazmente en el campo.

Además, es interesante resaltar la función del chimó como un repelente natural de serpientes y un remedio antiinflamatorio. La posibilidad de alejar a las culebras en un entorno rural es un beneficio clave que, aunque pueda parecer secundario, influye en la percepción del chimó como un compañero necesario en las labores agrícolas. Por otro lado, sus propiedades antiinflamatorias son beneficiosas después de largas jornadas de trabajo físico, haciendo que el chimó funcione como un remedio tanto preventivo como curativo.

De manera que, el uso del chimó entre los agricultores tiene múltiples aristas que deben ser consideradas. Su capacidad para aliviar el hambre, proporcionar energía, y los efectos psicoemocionales positivos son factores que explican su popularidad. Sin embargo, no se deben ignorar las implicaciones a largo plazo para la salud física de los trabajadores. 

Yo les recomiendo que todo el tiempo lo lleven consigo aún así no sea para escupir y les dejo esta frase que dicen: "En Venezuela hay tanto petróleo que hasta lo escupen".


Víctor Peralta 

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II Lugar Premio de Periodismo “Dr. Manuel Palacio Fajardo” 2016

Desde el 06012014 - 4:35 p.m.