Al menos 600 mujeres del Movimiento de Trabajadores Sin Tierras (MST) ocupan este martes, 20 nde marzo, la sede de Nestlé en São Lourenço, sur de Minas Gerais, para denunciar la entrega de las aguas a las corporaciones internacionales, llevada adelante por el Gobierno de facto de Michel Temer.
La manifestación sobre las negociaciones con respecto al agua que se dan entre las corporaciones internacionales y el Gobierno de Temer ocurren justo cuando se desarrolla el Foro Internacional de las Aguas, en Brasilia.
Además, estas protestas ocurren cuando también se lleva adelante, en Brasilia, el Foro Alternativo Mundial del Agua (FAMA 2018), cuya consigna es “Agua es un derecho, no una mercancía”.
El
FAMA reúne a organizaciones y movimientos sociales que defienden el
agua como un derecho elemental para la vida, sobre todo para aquellas
poblaciones expuestas a la pobreza, guerra y exclusión social.
“Imagina
que estás obligada a comprar en botellas todo el agua para matar la sed
durante el día. Nadie aguantaría eso. Es lo que quieren las empresas
reunidas en ese momento en ese Foro”, dijo la directora del MST, María Gomes de Oliveira.
La
dirigente del MST también subrayó que “es mucha petulancia hacer un
foro internacional para comercializar nuestras reservas de agua. “Ellos
no están allí para debatir la gestión de nada, están haciendo una
subasta para vender el país a precio de plátano”, señaló Gomes de
Oliveira.
A comienzos de años, Temer y el presidente de la empresa Nestlé, Paul Bulcke, sostuvieron una reunión para discutir la explotación del Acuífero Guaraní.
Nestlé, instalada en São Lourenço desde 1994, controla el 10,5 por ciento del mercado mundial de agua.
La
empresa compró las fuentes y el Parque de las Aguas de São Lourenço,
estas aguas antes de ser privatizadas eran utilizadas por los pobladores
locales para tratamientos medicinales.
Los pobladores denuncian
que además de haber reducido su caudal, hubo un cambio en el sabor del
agua, es decir, la explotación hizo que las aguas perdieran sus sales
minerales.
Asimismo, acusan a Nestlé de abrir ilegalmente el Pozo Primavera y de generar la sequía de la fuente de magnesio, produciendo agua ilegal.
La empresa hacía la retirada de todo el mineral del líquido a través de un proceso químico y luego agregaba sales minerales producidas por ellos.
“Nestlé
se estableció aquí hace décadas y por décadas hace la explotación
predatoria e incluso irregular. El agua es un bien común de la
humanidad, defenderla es una cuestión de soberanía”, dice Gomes de
Oliveira.
Por su parte, el presidente de Nestlé ha dicho que no existe una súper explotación de las aguas, sin embargo, dos de las fuentes del parque se han secado.
Nestlé
tiene el control del 22 por ciento de las marcas de café en el mundo.
La empresa posee plantaciones dotadas de altos niveles de agrotóxicos,
además, emplea a miles de trabajadores de forma irregular, no existen
fiscales que verifiquen los abusos que ocurren en las haciendas
cafetaleras.
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