El retorno a la agricultura tradicional, pero aprovechando las nuevas
tecnologías, para conseguir un modelo alimentario justo, en mano de los
pueblos y no de las empresas, es uno de los objetivos imprescindibles
para luchar contra la crisis climática.
Así lo promueven estos días en la cumbre mundial del clima, COP25, en
Madrid, los integrantes de Vía Campesina, un movimiento internacional,
formado por 200 millones de agricultores, campesinos y trabajadores
agrícolas por la soberanía alimentaria.
"La organización trabaja y
construye un modelo alimentario justo, que esté en manos de los pueblos
y no de un puñado de multinacionales", explica a Efe Jesús Vázquez,
activista de la organización Boricuá de Puerto Rico, perteneciente a Vía
Campesina.
"También practicamos y promovemos la agroecología, es
decir un modelo agroalimentario que no depende de insumos externos, que
no contamina, es saludable, provee alimentos en abundancia y que nos
ayuda a trabajar la colectividad y a apoyarnos mutuamente", señala.
Vázquez,
de 34 años, e integrante de una familia de agricultores puertorriqueños
tiene claro que el modelo que funciona es "el que nuestros indígenas,
nuestros ancestros, han realizado y practicado por siglos y que también
es tecnología".
"En un momento en la COP25 en el que estamos
hablando de nuevas tecnologías, nosotros favorecemos una tecnología
cultural que está basada en ciencia y en sabiduría", asegura.
Porque,
"¿quiénes saben más de cambio climático que nuestros indígenas,
nuestros campesinos?. Hasta pueden pronosticar cuándo va a llover y
cuándo viene una época de sequía", plantea.
Por eso, dice el joven
activista, "es hacia allá hacia donde tenemos que mirar en este momento
de emergencia climática, con todo lo que está sucediendo en el mundo".
NO A LA EXPLOTACIÓN NATURAL Y HUMANA
Diferentes
organizaciones como Boricuá integradas en Vía Campesina se encargan de
llevar a cabo un trabajo de base en sus respectivos países.
"Lo
hacemos manteniéndonos conectados, visibilizando lo que se hace,
aprendiendo unos de otros y reconociendo que tenemos que detener un
modelo económico que funciona como si los recursos naturales no tuvieran
límite. Los explotan, y a la vez explotan al ser humano", señala
Vázquez.
"Nosotros sabemos que es posible vivir de manera
saludable y compartiendo, y en ese sentido trabajamos con diferentes
sectores", añade.
MEMORIA HISTÓRICA
En Puerto Rico,
Boricuá tiene muy en cuenta los años 50, un momento de la historia del
país "en el que se llegó a producir el 60-70 por ciento de la comida que
se necesitaba para vivir, antes de que se arrancara la dignidad al
trabajo en el campo y se promoviera la inmigración a la ciudad".
"Ahora
recibimos aproximadamente más del 80 por ciento de los alimentos de
afuera, por lo que en un modelo mundial, y con la existencia del cambio
climático, tenemos que buscar la sostenibilidad para las próximas
generaciones", afirma Vázquez.
Por eso, "hay que tener memoria
histórica, recordar porqué hubo esa inmigración y hay muchos jóvenes que
lo entienden, que lo asimilan, y muchos que viven en la ciudad y se van
al campo y hay muchos retos, pero la idea es esa construir en
comunidad, reconocer que se lleva haciendo por siglos", explica.
"Lo
que quieren es que seamos máquinas, conectados con nuestros móviles en
la ciudad, como si al supermercado la comida llegara dándole a un
botón", sentencia el activista.
Y subraya que la tarea de Vía
Campesina es "una manera de preservar aquella cultura y devolverle la
dignidad al trabajo del campo".
"Nuestra consigna es globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza", concluye.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org 12/12/2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario