Retomando esta
filosofía de vida, como un modelo productivo, con amplia diversidad de especies
de plantas y animales, estaremos en la vía correcta para romper con las
ataduras del agronegocio. Nos referimos a un modelo de creación eco-socialista
que garantice el uso racional de los recursos naturales y que se constituye en
un espacio fundamental para el amor y el rescate de los valores, en tal sentido
debemos ir a nuestras raíces aborígenes y recrear esa forma de trabajo en
armonía con el patrimonio natural, respetando los ciclos de la naturaleza,
utilizando lo que esta nos provee para la vida de todas las especies que
habitamos el planeta”.
Para ello es primordial unificar y
solidificar a los grupos familiares, puesto que todos juntos aportaran su
esfuerzo de cara al éxito de la producción de alimentos de forma sustentable;
lo que sería un duro golpe a las siembras monoproductivas caracterizadas por
dispersar al grupo y fragmentar la unidad familiar, con el objetivo diabólico
de consolidar el sistema de dominación neoliberal al que tienen sometido a los
agricultores, señalo Peralta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario