Diversos estudios científicos han analizado desde el punto económico y demográfico el impacto de la colonización europea del continente americano.
La mayor parte de estas investigaciones destacan la importancia y
alcance de este proceso histórico, aunque algunos casos puntuales se ha
banalizado con aspectos como el número de muertos de población indígena
norteamericana a manos de los colonos.
Ahora un nuevo y singular
estudio analiza por primera vez el impacto climático provocado por el
abandono de grandes extensiones de tierra a partir de la llegada de los
colonos europeos, resultado de la muerte de aproximadamente 56 millones
de indígenas en los cien años posteriores al denominado descubrimiento de América.
Los
resultados de esta investigación liderada por expertos de la
Universidad de Leeds y la University College London (Reino Unido) han
sido publicado en la revista Quaternary Science Reviews (ed. on line 25 de enero).
Posible preludio de la Pequeña Edad de Hielo
Durante
los últimos años se ha estudiado a fondo el impacto climático de la
Revolución Industrial, en especial, por la emisión a la atmósfera de
gases de efecto invernadero y su repercusión en el cambio climático.
Dos
siglos antes del inicio de la época del carbón y el petróleo, la
colonización europea de América también dejó un rastro perceptible en el
clima global del planeta.
Los autores del nuevo estudio parten de
la base de que, según el análisis de elementos como el hielo de los
glaciares, entre los años 1500 y 1600 la concentración de dióxido de
carbono en la atmósfera terrestre se redujo entre 7 y 10 partes por
millón (ppm); una cantidad que teóricamente podría representar un
descenso global de la temperatura de 0,15 grados centígrados.
Posiblemente,
esta alteración en los gases atmosféricos tendría relación con la
denominada Pequeña Edad de Hielo, un período frío que abarcó desde
comienzos del siglo XIV hasta mediados del XIX.
A partir de los
datos sobre concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, los
autores del nuevo estudio han analizado la realidad del continente
americano después de la llegada de Cristobal Colón y han establecido la
posible relación entre la colonización y las condiciones climáticas.
La colonización europea provocó la muerte de aproximadamente el 90% de la población indígena (Percy Rojas)
Las
119 estimaciones de población analizadas por el grupo que encabeza
Alexander Kock indican que antes de 1492 vivían en el Nuevo Continente
aproximadamente 60,5 millones de personas, con una utilización agrícola y
forestal de 1,04 hectáreas por persona.
Las epidemias y las
acciones violentas desencadenadas después de la llegada de los europeos
provocaron la muerte, en sólo 100 años, de aproximadamente el 90% de la
población nativa, es decir, unos 55,8 millones de personas.
Los
cálculos utilizados en este nuevo estudio indican que el dramático
descenso de la población en América después del inicio de la
colonización europea provocó el abandono masivo de tierras de cultivo.
Buena
parte de las tierras de cultivo abandonadas fueron ocupadas de forma
espontánea por vegetación silvestre. El crecimiento de grandes
cantidades de árboles (en estas zonas de cultivos abandonados) supuso la
absorción de parte del carbono de la atmósfera. En concreto, los
autores indican que este proceso de abandono de cultivos y crecimiento
de árboles supuso una disminución de 3,5 partes por millón de dióxido de
carbono en la atmósfera. La retroalimentación de este proceso en el
conjunto del planeta habría llevado a una disminución de 5 ppm de
dióxido de carbono.
Es decir, buena parte del descenso de la
concentración de gases de efecto invernadero registrado entre los años
1500 y 1600 podría explicarse por la acción indirecta de la colonización
europea de América, concluyen los autores.
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