Los mas de 300 participantes de este Foro de Soberanía Alimentaria,
campesinas y campesinos, pueblos originarios, pescadores y productores
de alimentos, provenientes de más de 30 países de 4 continentes
denunciamos en primer lugar la violencia del Libre Comercio que en esta
Cumbre Ministerial se ha expresado con claridad en la censura que el
Gobierno Argentino ejerce, con la aceptación y connivencia de la OMC,
impidiendo la participación de los muchos representantes de
organizaciones sociales que querían llegar a la Argentina a expresar sus
opiniones y posiciones sobre esta Cumbre. Así se demuestra que la
“libertad” que proclaman desde esa Cumbre Ministerial es la libertad
para imponer las voces de los poderosos mientras el 99 % de la humanidad
queda fuera de ese espacio cerrado, secreto y amurallado en el que
pretenden tomar las decisiones que afectarán a todos los pueblos del
mundo, decisiones signadas por la violencia.
Y es Violencia la que se ejerce todos los días a
través de los manejos del agronegocio y los intereses corporativos en
nuestros territorios donde se nos expulsa, persigue, criminaliza y
asesina, mientras incrementan en forma desmesurada sus ganancias y
defienden sus intereses.
Violencia es la que el 3 de marzo del 2016 asesinó a
Berta Cáceres en Honduras y que hoy impide que el pueblo hondureño
ejerza su derecho a elegir quién lo gobernará.
Violencia es la que en los 3 últimos meses se cobró la
vida de Santiago Maldonado y de Rafael Nahuel en la Patagonia
argentina; jóvenes que fueron asesinados por solidarizarse con la lucha
por el derecho a la tierra del pueblo Mapuche.
Violencia que en todo el mundo tiene acorralados a
campesinas y campesinos y pueblos originarios en apenas un cuarto de la
tierra disponible mientras nosotras y nosotros seguimos siendo quienes
proveemos la mayor parte de los alimentos para toda la humanidad.
Violencia es la que ejerce el agronegocio destruyendo
las tres cuartas partes de la totalidad de las semillas agrícolas que
nuestros ancestros nos han legado mientras busca apropiarse del resto a
través de las Leyes de Semillas y las patentes.
Violencia con que las corporaciones buscan convertir a
nuestros alimentos en mercancías produciendo la mayor crisis
alimentaria que haya sufrido la humanidad con más de la mitad de la
población malnutrida o malcomida sufriendo de hambrunas, múltiples
carencias y enfermedades crónicas por sobrepeso y obesidad; sufrimiento
que es mayor en los más vulnerables.
Violencia con la que se están imponiendo nuevas y cada
vez más peligrosas tecnologías sin debate, consulta ni participación de
los pueblos. Tecnologías como los transgénicos, los nuevos desarrollos
biotecnológicos, la geoingeniería o las nuevas técnicas de edición
genética, que amenazan todos los sistemas de vida a nivel global.
Violencia con que se imponen falsas soluciones para
las diversas crisis, climática, energética, alimentaria, que solo buscan
continuar con la apropiación y acaparamiento de nuestros bienes
comunes.
Violencia con que el capitalismo está destruyendo a la
Madre Tierra, nuestra Pachamama, destruyendo el clima, nuestros
bosques, nuestros suelos, nuestras plantas, nuestros animales, nuestros
bienes comunes; contaminando nuestros ríos y mares y convirtiendo al
planeta en un desierto en el que la misma posibilidad de vida futura se
ve amenazada.
Violencia que se expresa en el sistema patriarcal y racista que mata y se expresa cotidianamente en todos los niveles de nuestras vidas.
Nosotras y nosotros decimos una vez más ¡BASTA de
Violencia! Y seguiremos construyendo otro mundo posible, cuidando a
nuestra Madre Tierra y alimentando a los pueblos del mundo a través de:
- Nuestro compromiso a seguir impulsando la Soberanía
Alimentaria como plataforma, principio y base política de nuestro
accionar para garantizar un mundo sin hambre y una tierra con campesinas
y campesinos cuidándola, nutriéndola de manera consciente y amorosa.
- Nuestro compromiso a defender nuestro territorios
como Territorios de Paz donde la tierra, el agua y la diversidad sean
parte integral de una vida plena en armonía con todos los seres
vivientes.
- Nuestro compromiso a seguir defendiendo esos
territorios contra la violencia del capital, la mercantilización de la
vida y la destrucción que provocan los megaproyectos en nombre del
supuesto “progreso”.
- Nuestro compromiso a mantener vivos los
conocimientos y saberes que nuestros ancestros nos legaron y que
representan hoy en manos de las comunidades la principal esperanza para
enfrentar la crisis a la que este capitalismo demencial nos está
llevando.
- Nuestro compromiso a luchar contra el “Libre
Comercio” en todos los ámbitos donde se quiera imponer, ya sea en la
OMC, como a través de los Tratados de Libre Comercio bilaterales o
multilaterales o en los espacios multilaterales como el FMI o el Banco
Mundial; denunciando sus mentiras y mostrando el verdadero rostro de
este saqueo planificado al que pretenden someternos.
-Nuestro compromiso a seguir produciendo alimentos
sanos, libres y soberanos a través de la producción agroecológica
campesina diversa y rica como lo son cada uno de nuestros pueblos.
- Nuestro compromiso a seguir trabajando en lo local
fortaleciendo huertas comunitarias, rescate de saberes alimentarios
locales y el uso de plantas medicinales y todas aquellas experiencias
que desde la organización local y comunitaria fortalecen y son la base
nuestro accionar colectivo.
- Nuestro compromiso para que todos los pueblos tengan
el derecho a una alimentación digna, saludable y nutritiva y mucho más
cuando la misma forme parte de cualquier tipo de ayuda alimentaria.
- Nuestro compromiso a seguir multiplicando,
compartiendo y defendiendo nuestras semillas criollas y nativas como
Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad, libres de
transgénicos, agrotóxicos y derechos de propiedad intelectual.
- Nuestro compromiso a multiplicar nuestros
principios, nuestra experiencia y nuestros saberes a través de todos los
espacios educativos que venimos construyendo desde nuestros movimientos
llamando a todas y todos aquellos que se sientan comprometidos desde
sus propios ámbitos de acción a sumarse a esta cruzada por formación
agroecológica campesina.
- Nuestro compromiso a avanzar en el fortalecimientos y
la construcción de medios de comunicación para la libertad que logren
superar el cerco mediático que los medios hegemónicos han creado y que
ha logrado poner a buena parte de la humanidad en un estado de hipnosis
colectiva.
- Nuestro compromiso a continuar construyendo con
investigadoras e investigadores del todo el mundo otro modelo de ciencia
basado en los nuevos paradigmas que asoman de la mano de la Ciencia
Digna, la construcción colectiva y el diálogo de saberes y una visión
integral y no fragmentada del mundo. Esta ciencia digna debe sostenerse
en un sistema educativo que en todos sus niveles sea coherente con ese
sentido de dignidad y debe tener a la Soberanía Alimentaria como eje
central.
- Nuestro compromiso a luchar contra la violencia del
neoliberalismo que una vez más busca imponerse como pensamiento único y
fin de la historia. Sabemos que nuestra diversidad, nuestra historia y
nuestras luchas anuncian el comienzo de un tiempo mejor.
- Nuestro compromiso a seguir honrando a quienes nos
han precedido en este camino sembrando esperanzas, ideas y sueños de un
mundo mejor, continuando la construcción de un mundo solidario, libre y
unido en la diversidad en el que la vida valga más que las leyes del
mercado, la propiedad privada y la acumulación de capital.
- Nuestro compromiso en transformar nuestras
relaciones dejando de lado y combatiendo todas las formas de dominación y
opresión contra las mujeres, pueblos originarios, jóvenes y todos los
que en esta sociedad son marginados y perseguidos.
- Nuestro compromiso a avanzar en la construcción de
alianzas con todos los sectores sociales que han confluido en esta
Cumbre de los Pueblos para decir bien fuerte:
Somos una sola fuerza hermanada con los trabajadores
urbanos, consumidores, desocupados, movimientos feministas, movimientos
por la diversidad sexual, ecologistas, organizaciones de jóvenes,
académicos y todas y todos los que llegamos aquí comprometidos en la
construcción de otra sociedad.
Nos reconocemos en los principios anticapitalistas, antipatriarcales,
internacionalistas y anticolonialistas y asumimos el compromiso con los
mismos como desafío para nuestra vida cotidiana, al interior de nuestras
organizaciones y en la búsqueda de construcción de una nueva sociedad
que hemos asumido que es posible y necesaria.
Nos solidarizamos con todos los pueblos del mundo en resistencia y nos
inspiramos en el ejemplo del valiente campesinado colombiano que hoy
asume el desafío de la construcción de territorios de paz en un país que
ha atravesado por décadas de violencia, nos declaramos comprometidos a
hacer de todos nuestros territorios
TERRITORIOS DE PAZ PARA LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y POLÍTICA Y LA VIDA DIGNA
FUERA OMC, FUERA LIBRE COMERCIO DE NUESTRAS TIERRAS, DE NUESTRA AGRICULTURA, DE NUESTROS PLATOS Y DE NUESTRO PLANETA
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