Organizan:
Instituto de Sociología y Estudios Campesinos (ISEC) – Universidad de Córdoba
Grupo de Investigación en Economía Ecolóxica e Agroecoloxía – Universidad de Vigo
Observatorio de Soberanía Alimentaria y Agroecología (OSALA)
AGROECOLOGÍA Y SOBERANÍA ALIMENTARIA: 
(re)politizando los sistemas agroalimentarios 
Tiempos de crisis ambientales, políticas y sociales. 
Tiempos donde la alimentación, las tierras y la biodiversidad es 
acaparada y gobernada por un mercado globalizado. La agroecología, como 
paradigma científico y como filosofía de acción, pertenece al campo de 
las alternativas para construir otros mundos: más sostenibles, más 
justos, más próximos a una soberanía alimentaria.
Por eso la agroecología no puede ser solo una técnica
 o un método de producción a intensificar. Tampoco puede encerrarse en 
un sello de certificación para mercados y consumos llamados 
“ecológicos”. Sin embargo, el concepto de “agroecología” empieza a ser 
cooptado por organizaciones internacionales, instituciones académicas y 
políticas públicas que lo utilizan sin alterar el marco (insustentable) 
de la “globalización alimentaria”. Se pierde su contenido profundo 
(social, ambiental, político). Se asume como un proceso técnico y de 
gestión de nuevos mercados agroalimentarios. En las revistas científicas
 la “agroecología” empieza a ser encerrada en una visión parcial y cada 
vez más purificada desde la “objetividad” y la “neutralidad”. La 
“agroecología científica” se hace cada vez más autorreferencial y 
alejada de los procesos socioambientales en los que se pelea para 
defender la vida frente a la agricultura expoliadora del capitalismo.
Por eso, tenemos una necesidad de repolitizar la 
agroecología, de reivindicar la toma de partido en la lucha por la vida 
desde procesos colectivos, emancipadores y sustentables. Reivindicar las
 rebeldías frente a la globalización de hambrunas y malnutriciones, la 
concentración de poder en manos de las transnacionales, los ecocidios y 
los epistemicidios. Reivindicamos por ello las luchas por el territorio,
 la demanda de una soberanía alimentaria, el derecho a la alimentación, 
tal y como realizan movimientos sociales campesinos, indígenas o 
aquellas redes que promueven un decrecimiento con criterio de justicia 
global. La lógica del libre comercio neoliberal sigue provocando hambre,
 dolor y destrucción; la concentración de poder desde las empresas de 
semillas, químicos biocidas y tecnología continúan su carrera de 
privatización y mercantilización de la vida; el acaparamiento de tierras
 en todo el mundo se enfrenta a la reivindicación desde la soberanía 
alimentaria de una reforma agraria integral; las condiciones de trabajo 
en el campo de locales y migrantes sigue siendo un horror social; el 
poder de la gran distribución pretende apoderarse de todos los mercados;
 las políticas públicas siguen rindiéndose a los lobbys de la industria;
 las mujeres en el medio rural siguen como subalternas de la 
subalternidad; etc. Desde La Vía Campesina en sus diferentes momentos 
históricos, foros de soberanía alimentaria, Nyelení o en la actualidad 
desde su VII Conferencia, junto con los movimientos afines, sigue 
denunciando y peleando por cambiar este modelo agroalimentario, al igual
 que todos los colectivos y experiencias que en los distintos 
territorios pelean por la soberanía alimentaria y la agroecología.
Entendemos que la agroecología es, sobre todo, una 
visión política para la construcción de nuevas sociedades para una 
urgente respuesta a los problemas que nos acucian globalmente. Nuevos 
mundos, a escala local y en un plano global, en los que pongamos la vida
 en el centro. El objetivo será poner en pie procesos que cuiden y 
sostengan cuerpos y territorios de forma sustentable. Donde
la producción, la distribución y el consumo de 
alimentos sean ambientalmente sanos, socialmente justos, económicamente 
viables, culturalmente apropiados, completos nutricionalmente, a través 
de sistemas agroalimentarios relocalizados. La agroecología es política,
 la agroecología es el camino para la construcción de nuestras 
soberanías alimentarias.
Apostamos por una agroecología que desafíe las 
explicaciones que el propio sistema agroalimentario especulativo y 
globalizado nos da sobre: el hambre, la pobreza rural, la malnutrición, 
el cambio climático o el consumo ecológico (como nicho de mercado). Para
 ello hay que seguir redescubriendo, acompañando y construyendo 
prácticas y experiencias agroecológicas en todos los rincones del 
planeta, desde la agricultura campesina y la agricultura familiar hasta 
los modelos de consumo y las culturas alimentarias sustentables. 
Apoyando alternativas que nos van articulando otros mundos: desde el 
intercambio de semillas de variedades locales entre agricultoras, hasta 
la defensa de alimentos justos y sanos; pasando por sistemas de 
certificación apropiados, circuitos cortos sostenibles y la defensa 
colectiva del patrimonio agrario; creando sinergias para una 
agroecología política.
Porque la agroecología es autonomía, es creatividad, 
es procesos colectivos, es cooperación social anclada en nuestros 
territorios. La agroecología es ciencia, es práctica y movimiento. Es 
suelo, granja y sistema agroalimentario. Es movimientos sociales y 
políticas públicas. Y tendrá que ser feminista o no será: debe abrazar 
la vida y dejar de invisibilizar a las mujeres y su papel en la 
reproducción de la misma; romper los moldes del patriarcado y sus formas
 de dominación sobre la naturaleza y sobre las personas; construir 
espacios y prácticas de igualdad, de empoderamiento colectivo, de 
libertad de decisión y de nuevas formas de valorar la vida desde 
economías feministas y economías ecológicas.
Por todo ello, estamos imaginando este congreso 
agroecológico como un espacio de encuentros e intercambios. Buscamos 
construir sinergias y alimentar apoyos entre el mundo académico, el 
político, el social y el conjunto de redes que parten de iniciativas 
concretas: nuestros grupos de trabajo estarán compuestos por integrantes
 de estos mundos; lanzaremos colectivamente reflexiones políticas sobre 
los grandes temas que nos preocupan y sobre las alternativas que 
queremos ayudar a construir. Pretendemos además permear con este color 
agroecológico a la ciudad de Córdoba. Para disfrute de todas las que 
venís de fuera y para que la gente de aquí redescubra otra nueva ciudad y
 otro mundo posible.
Desde el comité organizador os invitamos a participar
 en cualquiera de las opciones que os proponemos: tanto a través de los 
grupos de trabajo, presentando comunicaciones o póster, asistiendo a las
 ponencias y mesas redondas, a los distintos talleres con colectivos y 
experiencias, proponiendo y/o disfrutando de las actividades 
agroecológicas de ocio y culturales, y en todos los casos sumando ideas 
que alimenten este congreso.
Os esperamos en Córdoba los días 30, 31 de mayo y 1 
de junio de 2018 para compartir agroecología y también sabores, colores y
 calores andaluces.
¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!
Por un mundo rural vivo.
FECHAS IMPORTANTES
Celebración del Congreso: 30, 31 de mayo y 1 de junio de 2018, Córdoba.
Lanzamiento del Congreso: 15 de octubre de 2017
Fecha límite recepción de resúmenes de comunicaciones y experiencias: 16 de febrero 2018
LENGUAS OFICIALES
Idiomas oficiales: castellano, portugués e inglés (no habrá servicio de traducción).
 

 
 
 
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