Los científicos que participan en este proyecto esperan que, en un futuro no muy lejano, todos los envases sean biodegradables
Buena parte de la comida que compramos hoy está envasada y la mayoría de los envases están fabricados a partir de productos petroquímicos. Por ello, no son biodegradables
Para buscar una solución a este problema, varios centros de investigación, universidades y empresas, como la francesa Leygatech, participan en el proyecto europeo Succipack. Su objetivo es diseñar nuevos bioplásticos.
Leygatech fabrica ya hoy envases con material biodegradable.
El proceso de fabricación comienza con el vertido en una enorme máquina de gránulos procedentes de remolacha, maíz y trigo.
Estos gránulos se convierten después en una enorme burbuja que una vez enfriada esta lista para servir como material de fabricación de envases. Christophe Cotillon es uno de los responsables del proyecto Succipack.
“La ventaja de estos nuevos envases es que son biodegradables y esto es muy importante porque, poco a poco, irán remplazando a los fabricados a partir de productos petroquímicos. Productos que poco a poco irán desapareciendo y que necesitamos remplazar. Las empresas podrán seguir utilizando las mismas máquinas, no tendrán que comprar unas nuevas, también podrán seguir utilizando la misma tecnología”, explica.
En un laboratorio, el nuevo material está siendo sometido a una prueba de resistencia.
“Hoy estamos realizando una prueba de resistencia con este material dejando caer sobre él un gran peso. También estamos probando otro producto destinado a la fabricación de envases de aceite de oliva. El aceite podría conservarse durante un año en este envase”, asegura Marion Monchalin, de Leygatech.
El objetivo de Succipack no es solo diseñar nuevos materiales biodegradables sino también intentar reducir su tamaño. Los científicos que participan en este proyecto esperan que, en un futuro no muy lejano, todos los envases sean biodegradables.
Fuente: Correo del Orinoco 02/01/15
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