jueves, 9 de diciembre de 2010

LA HALLACA ES LA EXPRESIÓN MÁS VISIBLE DEL MESTIZAJE DEL VENEZOLANO.

Uno de los platos más reconocidos y elaborados que se presenta en la gastronomía venezolana es sin lugar a dudas la hallaca. Esta obra maestra de nuestra culinaria es el más tradicional de los platos que engalanan las festividades navideñas en nuestra Venezuela.  
La hallaca es el resultado del proceso histórico que ha vivido nuestra sociedad.
Desde su cubierta de hojas de plátano hasta los detalles que adornan y componen su guiso, pasando por su ingrediente primordial, la masa de maíz coloreada con onoto, la hallaca es la expresión más visible del mestizaje del venezolano. Cada ingrediente tiene sus raíces. 
 La hoja de plátano, usada tanto por el negro africano como por el indio americano, es el envoltorio que la cobija; al descubrirla, traemos al presente nuestro pasado indígena, pues la masa de maíz coloreada con onoto es la que nos recibe con su esplendoroso color amarillo; luego, en su interior se deja apreciar la llegada de los españoles a estas tierras, carnes de gallina, cerdo y res, aceitunas, alcaparras, pasas. 
La palabra "Hallaca" proviene del guaraní y deriva de la palabra "ayúa" ó "ayuar" que significa mezclar o revolver, de estas palabras se presume que "ayuaca" sea una cosa mezclada, que por deformación lingüística paso a llamarse "ayaca". Otra versión presume que la palabra procede de alguna lengua aborigen del occidente del país, cuyo significado es "envoltorio" ó "bojote".
Existe una vieja leyenda caraqueña que señala a Don Sancho de Alquiza, llamado también Sanchórquiz, como el inventor del plato venezolano. De acuerdo a la historia presentada por Herrera Luque, la hallaca, antes de tener su origen en la abundancia, nació de la tristeza y del hambre.
Este personaje, afirma el escritor venezolano, llegó al país en 1606 y fue gobernador durante 5 años. Durante su gestión, el antiguo camino de la Marina, que conducía por el cerro hacia el vecino puerto de la Guaira, fue embaldosado y como era de suponer, la dura labor de extraer la piedra de las montañas y colocarla en el camino fue asignada a los indios que sobrevivieron a Lozada.
Sin embargo, durante el proceso de mejoramiento de la vía, los indios que allí laboraban comienzan a morir masivamente, "morían como moscas", afirma el autor. Este hecho capta la atención del gobernador Sancho de Alquiza, quien preocupado se propone investigar la razón de tan altos números de mortalidad.
Al llegar al lugar, el gobernador se sorprende al observar el estado de desnutrición en el que se encontraban aquellos hombres, asegurando que resultaba imposible que seres con tales condiciones se hubiesen logrado resistir a los ataques del conquistador Lozada. La razón de tal estado no era más que la alimentación que estos hombres, sometidos al trabajo intenso y constante, recibían diariamente. Se trataba de una pasta de maíz, sin sal, envuelta en hojas de plátano para poder ser calentada sin que se regara. Al observar esto, el gobernador decide que en adelante recogerían la mitad de las sobras de todas las casas, destinando la otra mitad para la alimentación para los cerdos. Sin embargo, los ciudadanos de aquel entonces, valoraban más a un cerdo gordo que a un indio sano, por lo cual los animales se llevaban la mejor parte. Esto ocasionó, que semanas antes de la navidad se desatara una epidemia de disentería, la cual cobró más vidas indígenas que la mala alimentación que llevaban antes de aplicar la brillante idea del gobernador Sanchórquiz. 
Don Sancho, al observar la situación que se había producido, consulta al Obispo, quien sorprendido asegura que tales acciones no podían quedar sin castigo, imponiendo a los caraqueños la penitencia de comer durante todo el mes de diciembre y hasta el fin de los siglos mazacote de maíz con sobras de picadillo, envueltas en la miserable hoja de plátano que ocultó la desgracia.
Y los caraqueños cumplieron, sin embargo, el que hace la ley hace la trampa, dice un proverbio. Siglo tras siglo los habitantes pagaron su culpa, pero el inocente obispo no especificó la procedencia ni la calidad de los picadillos, por tanto, lo que al principio fue bazofia, no lo fue así para los penitentes, quienes hicieron sus picadillos con buen jamón, buenas piernas de gallina, aceitunas, tocinos y hasta las sobras de vino que allí conseguían.
Sea cual sea el origen de esta palabra, sabemos que "la hallaca" es completamente venezolana, tanto por su nombre como por su confección y es orgullo de nuestra cocina, pues ella sin distinciones sociales se presenta espléndida en la mesa navideña de todos los venezolanos, aportando un toque de maravilloso gusto y sabor a nuestra navidad.
En el mes de diciembre cuando las fiestas navideñas desbordan la alegría del venezolano, la hallaca es parte importante de la celebración, se intercambian, se regalan, se venden...en fin, en las fiestas de navidad para el venezolano no puede faltar la tan reconocida hallaca.
Como Prepararla 
Para su preparación existen diversas recetas, pues en cada región del país hay recetas tradicionales, además como en la mayoría de los platos venezolanos cada familia le aporta su sazón y varía su confección.
La receta para preparar hallacas (tipo caraqueña) se divide en tres partes:
  • La preparación del guiso
  • La preparación de la masa y acondicionamiento de las hojas
  • La confección y cocción del manjar
Ingredientes
Para 50 hallacas
Guiso
  • 1 Kg. de pernil de cochino troceado finamente
  • 2 Kg. de carne de res troceado finamente
  • 2 Kg. de gallina hervida y troceada (sin huesos)
  • ½ Kg. de tocino cocido y troceado finamente
  • 1 ½ Kg. de cebollas cortada finamente en dados
  • ½ Kg. de ajo porro cortado finamente
  • ¼ Kg. de cebollín cortado finamente
  • ¾ de taza de ajo pelado y triturado
  • ½ taza de alcaparras pequeñas
  • 1 Kg. de pimentón rojo sin semillas y en juliana
  • 2 Kg. de tomate sin semilla triturado
  • 1 taza de pasas
  • ¼ de taza de ají dulce picado finamente
  • 2 tazas de vino marsala
  • 1 taza de vinagre de vino
  • ½ Kg. de papelón molido
  • 2/3 de taza de harina de maíz
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite con onoto
Adorno
  • 1 Kg. de pimentón en julianas
  • ½ Kg. de tocino cocido en tiritas de ½ cm. x 5 cm.
  • ½ Kg. de cochino en tiritas de ½ cm. x 5 cm.
  • ½ Kg. de pechugas sin hueso en tiras
  • ½ Kg. de cebolla en aros
  • 200 grs. de alcaparras
  • 400 grs. de aceitunas rellenas
  • ½ Kg. de pasas
  • Opcional: encurtidos en vinagre, almendras sin concha
Hojas
  • 50 pedazos de hojas de plátano de unos 30x30 cm.
  • 50 pedazos de hojas de plátano de unos 20x20 cm.
  • 50 tiras de hojas de plátano de unos 15x20 cm.
  • 1 rollo de pabilo
Masa
  • 2 ½ paquetes de harina de maíz
  • 5 tazas de manteca de cochino
  • 3 tazas de caldo de gallina
  • 2 tazas de agua
  • Sal
  • Semillas de onoto
Preparación
Comience el primer día haciendo el guiso, deje reposar y reserve, al día siguiente prepare la masa y los adornos para armar las hallacas.
Guiso
Verifique que las carnes no tengan excesos de grasa, y estén cortadas en dados pequeños, cocine cada carne por separado en agua hirviendo, sin ablandar completamente, reserve los caldos.
En un caldero grande saltee la cebolla y el ajo en aceite bien caliente, hasta transparentar, agregue el ajoporro y el cebollín y deje cocinar por unos 5 minutos, agregue el pimentón y ají dulce, deje cocinar unos minutos más y agregue las carnes, déjelas que se incorporen y agregue todos los demás ingrediente dejando de último los tomates y el vino.
Sal y pimienta al gusto. Aparte disuelva el papelón en agua y la harina de maíz. Debe verificar que no se seque el guiso y agregar caldo de gallina o res. Agregue el papelón y la harina de maíz disueltas, y revuelva con una paleta de madera, apórtele un poco de color con aceite con onoto. Deje cocinar por unos 40 minutos, hasta quedar con consistencia espesa. Deje reposar y resérvelo.
La masa
El día siguiente se puede preparar la masa, las hojas y los adornos para armar las hallacas, La masa se prepara vertiendo la harina de maíz en una batea de madera o un envase bastante grande para poder amasarla, y agregándole manteca de cochino, una parte (1 taza) hervida con onoto, la manteca se cuela para descartar el onoto, y otra sin colorear (3 tazas), se agrega la sal y se une todo bien, se le agrega poco a poco 3 tazas de caldo de gallina y se amasa de nuevo hasta obtener una masa suave.
La confección y cocción del manjar
Disponga todos los adornos en un mesón amplio, las hojas se les retira la vena gruesa que trae a la orilla y se lavan muy bien, se secan con un paño y se disponen en el mesón, coloque la masa y el guiso de forma que estén al alcance de sus manos y entréguese al arte de hacer hallacas, no se precipite, tome su tiempo, la práctica le convertirá en maestro.
Ahora bien, primero va a tomar una hoja de las más grande y la engrasa con un poquito de manteca onotada, coloque en el centro de la hoja una bola de masa y adelgácela con los dedos, creando una circunferencia simétrica, luego agregue el guiso ya frío y sobre éste coloque los adornos distribuidos armoniosamente. Luego doble por la parte ancha de la hoja, creando un pliegue hasta que quede cerrado, doble los extremos hacia dentro y envuélvala con la hoja más pequeña, luego tome la tira de hoja y asegure la hallaca por el medio, amárrela con pabilo cruzándola dos veces en cada dirección.
Cuando tenga varias hallacas listas introdúzcalas en una olla grande con agua hirviendo por espacio de una hora, retírelas y escúrralas, deje que se enfríen completamente, y si es posible espere un día entero para servirlas así se puede apreciar mejor su sabor. Para calentarlas introdúzcalas en agua hirviendo por 20 minutos, retire y escúrralas.
Y a comer se ha dicho, buen Provecho…

1 comentario:

  1. excelente porque a traves de estos trabajos conocemos mejor nuestras raizes

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II Lugar Premio de Periodismo “Dr. Manuel Palacio Fajardo” 2016

Desde el 06012014 - 4:35 p.m.