El Frente Antitransgénicos,
donde
hace parte militante CARIACO
junto a otra decena de
movimientos de todo el país,
manifestó un rechazo contundente a la entrada de
transgénicos a Venezuela
Finalmente está aquí y llega con toda la carga de su poderoso lobby político
y mediático: Monsanto, el
mundialmente polémico líder
de las semillas transgénicas y agrotóxicos, irrumpe
en nuestra Asamblea Nacional para ofrecer
ante
la Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo Económico "un plan para incrementar la producción de
maíz y soya, abaratar la producción y aumentar la competitividad", según
información publicada en el portal oficial del parlamento venezolano.
El plan referido fue presentado ante la Asamblea Nacional por el representante de Monsanto en Asuntos Gubernamentales para América del Sur, Caribe y región andina, Rafael Aramendis, quien fue recibido por el diputado Ricardo Gutiérrez, del partido opositor Podemos por el estado Portuguesa. El vocero opositor manifestó que su bancada propondría un debate sobre el uso de los transgénicos en la agricultura venezolana, pues sostiene que el tema "debe
ser manejado como una política de Estado sin prejuicios".
Los movimientos populares venezolanos defensores de la agroecología, bajo la premisa de
defensa de la soberanía alimentaria, emitieron sendos comunicados al conocer la
posición favorable de sectores opositores hacia el uso de transgénicos desde el
Parlamento, y denunciaron que "la oposición venezolana viene utilizando fachadas y títeres como organizaciones supuestamente 'no gubernamentales', representantes, personas expertas o vocerías 'autorizadas'" para "perpetuar los intereses de las transnacionales directamente
o a través de convenios internacionales con países latinoamericanos aliados".
El Colectivo Amplio para
la Restauración
de la Agricultura Campesina y Originaria
(CARIACO) en su comunicado del pasado 17
de septiembre, afirma que "el
problema y el debate deben traspasar la
discusión técnica estéril,
pues existe
un andamiaje
colonial científico que sustenta y
justifica todo lo que hace el
agronegocio".
El Frente Antitransgénicos de
Venezuela, donde hace parte militante CARIACO
junto a otra decena de movimientos organizados de todo el país,
manifestó un rechazo contundente a la entrada de
transgénicos a Venezuela, lo que calificaron como
"un atentado a la soberanía nacional" debido
a las consecuencias harto
conocidas en otros países donde hace tiempo está en marcha su implementación: deforestación, asesinatos a
líderes campesinos e indígenas,
desplazamiento de comunidades enteras,
auspicio de golpes de estado como en el caso Paraguayo, donde Monsanto
y los soyeros jugaron un papel protagónico en
la destitución del presidente Fernando Lugo.
El lado oscuro de
Monsanto: la cultura de la muerte y su rol injerencista Monsanto, la transnacional líder mundial en biotecnología agrícola
y patentes de semillas —maneja más del 90% de este mercado—
cotiza en la bolsa
de valores
las acciones de su oligopolio. Es también llamada comúnmente en las redes sociales
"MonDiablo" por los innumerables litigios y querellas que han provocado sus
prácticas oligopólicas a lo largo y ancho del mundo, donde se le acusa además de competencia desleal,
injerencia en la política interna de los países, faltas y delitos por su doble
moral como corporación transnacional: mientras su publicidad y declaración de principios habla de agricultura sustentable y responsabilidad
social, las
evidencias demuestran que su prioridad están en
el enriquecimiento de sus inversionistas y no en el combate contra
el hambre o
la preservación del medio ambiente.
Monsanto ha declarado patrimonio neto por el orden
de los US$11.716 millones para el año 2011. Informes y análisis de la prensa del primer
mundo la coloca
como la primera
"lobbysta" de la Casa Blanca
en la actual
contienda electoral estadounidense, donde se habla de sumas millonarias para anular, modificar o frenar leyes que
afectan sus intereses económicos. Dicho cabildeo no se limita a campañas publicitarias,
antes bien, se extiende
a las relaciones
públicas, grupos industriales de
presión, financiamiento de investigación académica y la influencia directa en las políticas gubernamentales como las que han denunciado la Campaña Nacional Venezuela Libre de Transgénicos y el Frente Nacional Antitransgénicos.
De acuerdo con el testimonio de los integrantes de los colectivos agroecologistas criollos, Monsanto ya goza de buenas relaciones con algunos diputados de la oposición; así como con una amplia red de investigadores
en centros científicos gubernamentales
y grupos empresariales privados
como Empresas Polar.
Desde el punto de vista de su imagen corporativa Monsanto está muy bien posicionada en las universidades públicas y
privadas debido a la fascinación que ejerce el discurso pretendidamente vanguardista del uso de tecnología de punta. Cuenta, además,
con amplio respaldo en sectores empresariales afiliados a Fedecámaras como Fedeagro, que ha recibido la promesa de financiamiento e
inversiones de esta costosa
tecnología a través de convenios con productores
y empresarios deslumbrados por el lucro y la innovación.
Se espera que su agresivo lobby o cabildeo en Venezuela
no atenúe ni disimule
su interés y codicia desmedida por un mercado donde su influencia ha estado centrada
en la distribución de algunos de sus productos
como los herbicidas y agrotóxicos, ahora
cuando el impulso
de la entrada al
Mercosur de Venezuela como miembro pleno, le augura la expansión hacia los cultivos criollos de sus
semillas y cultivos
transgénicos, el fuerte de su negocio. (LVSV/dom)
Escrito por Diana Ovalles
Miércoles, 24 de Octubre de 2012
Miércoles, 24 de Octubre de 2012
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