En las últimas dos décadas, los signos vitales de la Tierra
han seguido deteriorándose, desde la pérdida de selvas, sobrepesca,
contaminación del aire y del agua a un clima caótico y un aumento de las
emisiones de gases de efecto invernadero, según un informe de la ONU.
Tras cerca de tres años, el informe sobre el Panorama
Medioambiental Global divulgado el miércoles encontró que de 90 metas y
objetivos medioambientales referenciales, sólo se ha logrado un avance
significativo en cuatro de ellos.
Sin embargo, el documento sostiene que hay esperanzas y que el
crecimiento amigable medioambiental aún es posible, pese a los desafíos
de una creciente población humana, a una expansión de la urbanización y a
apetitos insaciables por alimentos y recursos.
A continuación, algunos de los principales descubrimientos del
informe GEO-5, el quinto chequeo de la salud medioambiental global de
Naciones Unidas desde 1997, y compilado por más de 600 expertos.
RIO
La divulgación del informe tuvo lugar dos semanas antes de la mayor
cumbre medioambiental que se había celebrado en años en Río de Janeiro,
Brasil, y 20 años después de la histórica reunión de Río en la que se
adoptaron tres tratados medioambientales de la ONU, incluyendo el
Protocolo de Kioto.
METAS ECOLÓGICAS
El informe GEO-5 dijo que se han hecho avances
significativos en la eliminación de la producción y uso de químicos que
destruyen la capa de ozono, en la retirada del plomo del combustible, en el creciente acceso a suministros de agua mejorados y a una mayor investigación para reducir la contaminación en el medio marino.
Una reducción en los riesgos a la salud logrado mediante el
retiro gradual de combustibles basados en plomo tiene beneficios
económicos estimados en 2.450 millones de dólares al año, (unos 1.950 millones de euros) o casi un cuatro por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) global.
Se ha visto algo de avance en 40 metas, incluyendo la expansión de
áreas protegidas, como parques nacionales, mientras que se detectó poco o
nada de progreso en 24 objetivos, incluyendo el cambio climático, las
reservas de peces, la desertificación y la sequía.
Ocho metas mostraron mayor deterioro, incluyendo el estado de las reservas mundiales de coral.
ESTADO DEL PLANETA
Bajo los modelos actuales, las emisiones de gases de efecto invernadero podrían aumentar al doble en los próximos 50 años, lo que llevaría a un incremento en la temperatura global de tres grados Celsius a fin de siglo.
Bajo los modelos actuales, las emisiones de gases de efecto invernadero podrían aumentar al doble en los próximos 50 años, lo que llevaría a un incremento en la temperatura global de tres grados Celsius a fin de siglo.
Las pérdidas para la agricultura, el daño por eventos climáticos
extremos y el aumento de los costos de salud afectarán al PIB global.
Para 2030, la región Asia-Pacífico contribuirá con alrededor del 45 por ciento de las emisiones globales de dióxido de carbono
vinculadas a la energía, estimadas en un 60 por ciento para 2100 bajo un
escenario en el que las actividades de negocios se mantengan como en la
actualidad.
China, India y Corea del Sur están promoviendo energía renovable y eficiencia energética y acordaron metas voluntarias de emisiones, en un giro positivo hacia energía más ecológica.
Alrededor de un 20 por ciento de las especies vertebradas están bajo
amenaza. El riesgo de extinción está aumentando más rápido para los
corales que para cualquier otro grupo de organismos vivientes.
Las reservas de peces han bajado hasta una tasa sin precedentes en
las últimas dos décadas. La pesca se cuadruplicó desde el inicio de la
década de 1950 hasta mediados de 1990 y se ha estabilizado o reducido
desde entonces.
Está previsto que más de 600 millones de personas carecerán de acceso
a agua potable segura en 2015, mientras que más de 2.500 millones
carecerán de acceso a servicios sanitarios básicos.
Desde el 2000, los suministros de agua subterránea se han
deteriorado más, mientras los retiros de agua global se han triplicado
en los últimos 50 años. El informe identificó a Asia occidental entre
las regiones de mayor preocupación por la escasez de agua y la eficiencia del uso del agua.
El número de zonas muertas costeras ha aumentado dramáticamente en
los últimos años. De las 169 zonas muertas costeras en todo el mundo,
sólo 13 se están recuperando.
La pérdida anual de selva cayó de 16 millones de hectáreas en la
década de 1990 a alrededor de 13 millones de hectáreas entre el año 2000
y el 2010. Se trata de un área equivalente al tamaño de Inglaterra.
Europa y Norteamérica están consumiendo los recursos del planeta a niveles insostenibles.
El consumo también ha subido de forma vertiginosa en la región Asia-Pacífico, que ha superado al resto del mundo para convertirse en el mayor
usuario de recursos naturales. Un informe separado de la ONU descubrió
que el uso de materiales de la región pasó de 17.400 millones de
toneladas en 1992 a más de 37.000 millones de toneladas en el 2008.
RECOMENDACIONES
El informe dijo que existe la necesidad de establecer metas
medioambientales y de desarrollo claras y a largo plazo y mecanismos
para responsabilizar a actores de forma más enérgica en los acuerdos
internacionales.
También refleja la necesidad de más programas que coloquen valor en ecosistemas y los servicios que entregan a las economías, como aire fresco de selvas, líneas divisorias para ríos y protección de tormentas para manglares.
Las naciones también deberían incorporar el valor de selvas, ríos,
deltas y otros ecosistemas en sus cuentas nacionales, colocando de ese
modo un precio sobre la naturaleza.
También son necesarias mejorías en las medidas de cumplimiento,
incluyendo cortes medioambientales, junto con una administración de la
contaminación regional marítima y una mejor recogida de datos sobre la
contaminación del agua y una mejoría de las herramientas para la
administración de las aguas.
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