domingo, 30 de diciembre de 2012

Agroecología para Salvar el Planeta

Por: Víctor Peralta 

De no cambiar el sistema capitalista depredador de los recursos naturales y de todas las especies que habitamos el planeta tierra, estamos todos condenados irreversiblemente a fenecer.

Solamente en los últimos 34 años el planeta tierra está pasando de tener amplias zonas provistas con múltiple cobertura vegetal con toda la diversidad de especies que ello implica, a convertirse en un planeta árido debido a nuestras actividades antrópicas.
 En tal sentido la Revolución Bolivariana consciente de la imperiosa necesidad de revertir o mitigar esta tendencia destructiva con la cual habitamos nuestro planeta, se ha trazado liderada por nuestro Comandante Hugo Chávez, en la vanguardia de la ofensiva contra el imperialismo y el capitalismo, presenta para la Gestión Bolivariana Socialista 2013 – 2019 en su V Objetivo Histórico preservar la vida en el planeta y salvar la especie humana, el cual plantea entre sus objetivos nacionales que debemos construir e impulsar un modelo económico productivo ecosocialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional, optimo y sostenible de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza.

Para lograr entonces cumplir con lo anterior es imprescindible como he planteado en otras ocasiones que luchemos y dejemos de hablar de los derechos humanos y defendamos el Derecho a la Vida de todas y cada una de las especies que habitamos el planeta pues todos somos necesarios y aunque formemos parte de las cadenas tróficas necesarias para la supervivencia nosotros los seres humanos debemos y estamos obligados a ser los que debemos cambiar nuestras costumbres pues somos nosotros quienes estamos rompiendo el equilibrio de la naturaleza.

En tal sentido debemos empezar por cambios fundamentales por ejemplo en dejar de culpar a la naturaleza de todo cuanto sucede en el ambiente pues lo calificamos como problemas ambientales y no reconocemos que por sí solo el ambiente no tiene problemas, imaginemos por un momento como sería el mundo si nuestra especie con mentalidad capitalista depredadora no lo habitara, hay se los dejo para la reflexión.

Ahora bien profundizando solo un poco por ejemplo en nuestra forma de alimentarnos fíjense como irrespetamos  los procesos y ciclos de la naturaleza en actividades como la cría de animales para consumo los cuales son sometidos a vidas deplorables e indignas, en condiciones de hacinamiento trasmitiéndoles altos niveles de estrés y muertes violentas que luego van a repercutir en quienes los consumimos, lo cual se agrava con el uso indiscriminado de químicos que hacen consumir a estos animales a fin de disminuir al máximo los tiempos de engorde y producción para tener la mayor ganancia posible por parte de quienes los producen influenciados por el agronegocio.
Otro tanto sucede con las plantas que consumimos generadas en monocultivos bajo el paradigma de la revolución verde cargadas de agrotóxicos todo en contra de la biodiversidad y por supuesto de la vida en el planeta y otro tanto con los transgénicos representantes de otro de los mimetismos del capitalismo.

En tal sentido lo que estamos consumiendo para comer y no para alimentarnos, lo que esta es enfermándonos para hacernos caer en otra dependencia como la farmacología de la cual son accionistas las grandes transnacionales del agronegócio, como la Bayer, Pfizer y Monsanto que engendran mercancías para el cuidado de animales, cultivos y otras fuentes de alimentación para mantenernos con “salud”.



Veamos ahora como ejercemos nuestros derechos humanos en detrimento de quienes no tienen derecho a nada:

Para divertirnos presenciamos crueldades como peleas de gallos y perros, toros colados, toros de lidia, carreras de caballos, actividades en las cuales se someten a nuestros compañeros del reino animal a vidas crueles y castigos para que sean ganadores y nos generen dinero y diversión.

Ni que decir de la cacería indiscriminada, no para alimentarnos, por el contrario solo por el placer de matar y obtener trofeos, para nuestro ego y otro tanto para quienes en el alto mundo de la moda ostentan grandes abrigos de piel solo por lujo y no para protegernos del frio.
En fin estamos los humanos acabando el planeta y para salvarlo es necesario cambiar radicalmente nuestra vida consumista, depredadora, egoísta, por una forma de vida en armonía con la naturaleza respetando y reconociendo la importancia de todas las especies abogando entonces por el derecho a la vida y no tan solo por los derechos humanos y esto a mi entender se llama Agroecología.

La Agroecología es una forma de vida que persigue revertir y desmontar el discurso de dominación neoliberal, en el marco de la construcción colectiva de una sociedad socialista, que incorpora en este proceso formador y transformador, los conocimientos técnicos – científicos de la lógica modernista y los saberes y prácticas ancestrales y tradicionales de las diversas expresiones histórico-culturales del sector rural en aras de alcanzar la soberanía  agroalimentaria y el Desarrollo Sustentable.

Por eso y muchas cosas más para Salvar al Planeta la Agroecología es la vía.

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