De
no cambiar el sistema capitalista depredador de los recursos naturales y de
todas las especies que habitamos el planeta tierra, estamos todos condenados
irreversiblemente a fenecer.
Solamente
en los últimos 34 años el planeta tierra está pasando de tener amplias zonas
provistas con múltiple cobertura vegetal con toda la diversidad de especies que
ello implica, a convertirse en un planeta árido debido a nuestras actividades
antrópicas.
En
tal sentido la Revolución Bolivariana consciente de la imperiosa necesidad de
revertir o mitigar esta tendencia destructiva con la cual habitamos nuestro
planeta, se ha trazado liderada por nuestro Comandante Hugo Chávez, en la
vanguardia de la ofensiva contra el imperialismo y el capitalismo, presenta
para la Gestión Bolivariana Socialista 2013 – 2019 en su V Objetivo Histórico
preservar la vida en el planeta y salvar la especie humana, el cual plantea
entre sus objetivos nacionales que debemos construir e impulsar un modelo
económico productivo ecosocialista, basado en una relación armónica entre el
hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional, optimo
y sostenible de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la
naturaleza.
Para
lograr entonces cumplir con lo anterior es imprescindible como he planteado en
otras ocasiones que luchemos y dejemos de hablar de los derechos humanos y
defendamos el Derecho a la Vida de todas y cada una de las especies que
habitamos el planeta pues todos somos necesarios y aunque formemos parte de las
cadenas tróficas necesarias para la supervivencia nosotros los seres humanos
debemos y estamos obligados a ser los que debemos cambiar nuestras costumbres
pues somos nosotros quienes estamos rompiendo el equilibrio de la naturaleza.
En
tal sentido debemos empezar por cambios fundamentales por ejemplo en dejar de
culpar a la naturaleza de todo cuanto sucede en el ambiente pues lo calificamos
como problemas ambientales y no reconocemos que por sí solo el ambiente no
tiene problemas, imaginemos por un momento como sería el mundo si nuestra
especie con mentalidad capitalista depredadora no lo habitara, hay se los dejo
para la reflexión.
Ahora
bien profundizando solo un poco por ejemplo en nuestra forma de alimentarnos fíjense
como irrespetamos los procesos y ciclos
de la naturaleza en actividades como la cría de animales para consumo los
cuales son sometidos a vidas deplorables e indignas, en condiciones de
hacinamiento trasmitiéndoles altos niveles de estrés y muertes violentas que
luego van a repercutir en quienes los consumimos, lo cual se agrava con el uso
indiscriminado de químicos que hacen consumir a estos animales a fin de
disminuir al máximo los tiempos de engorde y producción para tener la mayor
ganancia posible por parte de quienes los producen influenciados por el
agronegocio.
Otro
tanto sucede con las plantas que consumimos generadas en monocultivos bajo el
paradigma de la revolución verde cargadas de agrotóxicos todo en contra de la
biodiversidad y por supuesto de la vida en el planeta y otro tanto con los
transgénicos representantes de otro de los mimetismos del capitalismo.
En
tal sentido lo que estamos consumiendo para comer y no para alimentarnos, lo
que esta es enfermándonos para hacernos caer en otra dependencia como la
farmacología de la cual son accionistas las grandes transnacionales del agronegócio,
como la Bayer, Pfizer y Monsanto
que engendran mercancías para el cuidado de animales, cultivos y otras fuentes
de alimentación para mantenernos con “salud”.
Veamos
ahora como ejercemos nuestros derechos humanos en detrimento de quienes no
tienen derecho a nada:
Para
divertirnos presenciamos crueldades como peleas de gallos y perros, toros
colados, toros de lidia, carreras de caballos, actividades en las cuales se
someten a nuestros compañeros del reino animal a vidas crueles y castigos para
que sean ganadores y nos generen dinero y diversión.
Ni
que decir de la cacería indiscriminada, no para alimentarnos, por el contrario
solo por el placer de matar y obtener trofeos, para nuestro ego y otro tanto
para quienes en el alto mundo de la moda ostentan grandes abrigos de piel solo
por lujo y no para protegernos del frio.
En
fin estamos los humanos acabando el planeta y para salvarlo es necesario
cambiar radicalmente nuestra vida consumista, depredadora, egoísta, por una
forma de vida en armonía con la naturaleza respetando y reconociendo la
importancia de todas las especies abogando entonces por el derecho a la vida y
no tan solo por los derechos humanos y esto a mi entender se llama
Agroecología.
La Agroecología es una forma de vida que persigue
revertir y desmontar el discurso de dominación neoliberal, en el marco de la
construcción colectiva de una sociedad socialista, que incorpora en este
proceso formador y transformador, los conocimientos técnicos – científicos de
la lógica modernista y los saberes y prácticas ancestrales y tradicionales de
las diversas expresiones histórico-culturales del sector rural en aras de
alcanzar la soberanía agroalimentaria y el Desarrollo Sustentable.
Por eso y muchas cosas más para Salvar al Planeta la
Agroecología es la vía.
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