lunes, 21 de enero de 2013

Cosechas para fomentar la soberanía alimentaria en Caracas

Tan pronto se sale de la estación del Metro Bellas Artes, sobre la Avenida México de Caracas, libreros y puestos de artesanos colindan con una de las experiencias urbanas de cultivo más grandes de la ciudad: los Cultivos Organopónicos Bolívar I.

Allí se trabaja de lunes a viernes, bajo la luz del sol prácticamente omnipresente en la capital desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde, para sembrar lechuga, espinaca, cilantro, apio españa, cebollín, ajoporro, rábano, zanahoria, repollo, vainitas y plantas medicinales como menta, toronjil, malojillo, orégano orejón y albahaca.

Desde 2004 un grupo de ocho productores urbanos y periurbanos cultivan en 150 canteros alimentos libres de agroquímicos y fertilizantes, expendidos luego en el kiosco aledaño a los cultivos, gracias al apoyo de diversos organismos del Estado venezolano que se han encargado de la asesoría técnica, así como de la entrega de implementos e insumos.

Rafel Díaz tiene siete años trabajando en los Cultivos Organopónicos Bolívar I y relata que es el uso de agua y fertilizante natural lo que diferencia un cultivo organopónico de uno industrial. Esta diferencia técnica no sólo lo hace más sano - dice- sino que también contribuye al reciclaje de las plantas ya descompuestas (en forma de abono) y al abaratamiento del costo de producción y, en consecuencia, de distribución. De su trabajo le gusta la posibilidad que le ofrece de aplicar el saber hacer agrícola que su infancia y juventud en el estado Trujillo le dejaron como herencia.

Y es que la agricultura urbana y periurbana surge con la finalidad de aprovechar los espacios ociosos dentro de las ciudades para la producción de cultivos hortícolas, frutales, medicinales y ornamentales a pequeña escala, a fin de promover el autoabastecimiento y la micro economía familiar y comunitaria.

En el punto de venta - abierto al público desde las 8:30 hasta las 3:30 de la tarde - los consumidores pueden adquirir legumbres y hortalizas a precios entre los 5 y 15 bolívares por kilo. El promedio diario de ventas – informa su encargada, Carolina Ruiz – es de 90 kilogramos por día. Así, agrega esta trabajadora capacitada por el Ciara, se contribuye a fomentar una línea estratégica planteada por el Estado venezolano: fomentar la soberanía alimentaria al hacer de las comunidades productores, distribuidores y consumidores de un producto sano y de calidad.

Ese es el compromiso de Ángel Márquez, técnico en Producción Agrolimentaria, quien llegó al cultivo hace cuatro años para hacer las pasantías de su carrera. "Todos los días estamos sembrando algo, sembramos, cultivamos, vamos desocupando y vamos sembrando. Lo que hacemos para tener un control biológico de plagas de manera artesanal es colocar en los bordes de los canteros plantas que expiden fuertes olores, como la albahaca y el orégano, por ejemplo, y eso espanta a los insectos, no utilizamos fertilizantes, sino sabiduría agrícola. Por eso usted ve un repollo inmenso en el supermercado, porque le agregan químicos para que crezca, aquí puede encontrar uno más pequeño pero evidentemente mucho más natural; ese es nuestro compromiso: entregar un producto de alta calidad y sano al público".

De acuerdo a información suministrada por el Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT), los productores urbanos pueden cultivar alimentos en huertos comunitarios, que son aquellos pequeños espacios ociosos recuperados, que mejoran el paisajismo e incorporan a todos los integrantes de la comunidad.

El cultivo está abierto para aquellos estudiantes, cooperativas, comunidades organizadas y voluntarios que deseen aprender sobre la siembra de alimentos en la ciudad; también los viveros comunitarios respaldados por la Misión Árbol, y es que en Caracas todo está puesto para que todos echemos nuestras manos a la siembra.
AVN - 10/01/2013
 


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