Los agricultores tienen conocimiento ancestral en lo relacionado con la influencia de la luna sobre el crecimiento y el desarrollo de las plantas. Destacan épocas específicas del año y fases lunares para podar, cortar maderas, sembrar, cosechar y guardar la producción.
Cuando se cortan las maderas para las construcciones en la fase de cuarto creciente hacia luna llena, las maderas duran muy poco, porque sus fibras están cargadas con el máximo de agua, que al secarse quedan abiertas, blandas y llenas de aire. Las maderas se rajan y resisten poco a la intemperie.
Mientras si se cortan las maderas en luna gibosa, tres días después de la luna llena hacia cuarto menguante, éstas duran más y son más resistentes al deterioro, porque las maderas tienen menos agua y al secarse sus fibras quedan cerradas, resistentes al tiempo y a los insectos.
Jairo Restrepo Rivera Ingeniero Agrónomo. Fundación Juquira Candirú Colombia-Brasil-México 2005 |
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