Experiencias originales en ese territorio de la región central de Cuba
Por Julio Juan Leandro
Cuando Miguel Zamora Hernández comenzó a preparar
una canoa con hormigón para obtener en ella humus de lombriz, algunos de sus
compañeros de la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Aníbal Madrigal,
del municipio avileño de Florencia, dudaron de que aquello tuviera éxito.
Sin embargo, a los pocos meses todos los
cooperativistas vieron hecha realidad una vieja aspiración: más y mejores
cosechas sin utilizar abonos químicos ni contaminar el medio ambiente; solo con
la formación de canteros dentro de esos recipientes y la "siembra" de
lombrices californianas.
Miguel es uno de los miles de campesinos de Ciego
de Ávila amantes de la agroecología, experiencia aplicada ya en 104 fincas del
sector cooperativo-campesino de la central provincia cubana, donde se emplea,
además, la cachaza azucarera, compost, desechos de cosechas y estiércol vacuno.
De una u otra forma, los 189 organismos de base de
la ANAP en este territorio (60 CPA y 129 CCS) acometen la iniciativa para
favorecer las plantaciones, ahorrar recursos y materializar recolecciones cada
vez más ecológicas.
Durante el 2006 los labriegos de Ciego de Ávila
utilizaron nada menos que un millón 300 mil! toneladas de abonos naturales, de
las cuales más del 50 por ciento lo emplearon los cooperativistas y productores
individuales para que sus suelos ganaran en fertilidad. El resto correspondió a
las empresas de cultivos varios.
El trabajo realizado en ese sentido posibilitó que
la provincia acopiara más de ocho millones de quintales de viandas, hortalizas,
granos y frutales.
MENOS FERTILIZANTES Y MAS PRODUCCIÓN
Tales componentes naturales no solo favorecieron la
capa vegetal, sino que también proporcionaron alimentos más sanos, y al mismo
tiempo economizaron divisas al suplir en más del 90 por ciento la cantidad de
fertilizantes usados allí a principios de la década de 1990 en el giro
agropecuario.
En etapas anteriores el sector agrícola avileño
prescindía de unas 30 mil toneladas de sustancias químicas, sin embargo hoy con
unas seis mil es uno de los más eficientes en el país, al poseer un rango de
producción anual de unos siete millones de quintales de viandas, hortalizas y
granos.
Estas y otras prácticas, métodos alternativos y
recursos naturales, les han posibilitado a esos hombres del agro incremento en
los acopios de raíces, tubérculos, granos, tabaco, hortalizas, etc.
Unos 560 promotores y 150 facilitadores han logrado
sensibilizar con estas técnicas a la mayoría de los anapistas, quienes reciben
capacitación y entrenamiento para el dominio de la metodología que rige al
"Proyecto Agroecológico de campesino a campesino".
Ellos difunden en los campos la factibilidad de
este método, que propicia la elevación de los rendimientos agrícolas, afirma
Miguel Hernández Peláez, coordinador provincial del referido programa.
Está el caso del matrimonio Pablo Díaz-Idania
Falcón, de la CCS Cloroberto Echemendía, municipio de Ciego de Ávila, que
mantiene en funcionamiento un digestor de biogás a partir de las excretas de
ganado porcino, mediante el cual no tiene que emplear ni energía eléctrica ni
keroseno para cocinar los alimentos a los cerdos en ceba.
"Además de gas metano --subrayan--, eliminamos
así uno de los excrementos más nocivos y propiciador de moscas y otros
insectos".
EL ABONO MÁS EFICAZ
En los últimos tiempos ha cobrado fuerza la
elaboración de humus de lombriz, abono natural considerado el más eficaz
beneficiador de los suelos al reestructurar las propiedades físicas, químicas y
biológicas de la tierra.
Tal modalidad orgánica contribuye a la preservación
del medio ambiente, pues básicamente se obtiene de subproductos de cosechas y
el estiércol vacuno y caballar, en tanto propicia el equilibrio biológico de
los terrenos.
Entre sus ventajas sobresale su rápida asimilación
por los cultivos agrícolas en los que se emplean, incluida la jardinería;
mientras la óptima actividad fitohormonal contribuye a mejorar el estado vegetativo
de las plantas y a la obtención de elevados indicadores productivos y de
calidad.
De ahí que los tabacaleros, horticultores,
vianderos y fruticultores prioricen su aplicación, en tanto la ANAP incentiva
entre sus miembros la fabricación de ese fertilizante natural, debido a las
potencialidades que tiene este sector en los 10 municipios avileños.
Por su probada efectividad, cada vez gana más
seguidores el empleo de medios biológicos para combatir plagas y enfermedades,
lo cual permite la obtención de renglones más sanos, con las consiguientes
ventajas para el consumidor.
La utilización del humus de lombriz de forma
líquida favorece significativamente la agricultura cubana, sobre todo el
cultivo del plátano, al demostrarse que así el nutriente es más eficaz.
Su uso esparcido con mochilas penetra mejor por el
follaje que por las raíces de las plantas y sus efectos productivos son
mayores.
La aplicación de esta iniciativa contribuyó a que
Ciego de Ávila cosechara en el 2006 la cifra récord de casi dos millones de
quintales de plátanos. Ese tipo de materia, cuando se echa de manera fluida,
adelanta el período de floración del banano y combate, incluso, la sigatoka,
principal enfermedad del cultivo.
¿VACAS QUE BEBEN HUMUS DE LOMBRIZ?
El uso de humus de lombriz en la agricultura cubana
ya deviene tradicional, pero como agua de beber para las vacas asombra a
cualquiera. La idea, surgida en la empresa pecuaria Ruta Invasora, de los
propios dominios avileños, se ha extendido al sector cooperativo-campesino, sobre
todo en Florencia.
Precisamente Zamora Hernández se lo suministra al
ganado de su finca y afirma que estimula el celo en las vacas, mientras las que
están en ordeño han aumentado su producción lechera.
No conforme aún con su experimento, ahora se lo da
a las puercas reproductoras y dice que les abre el apetito y las fortalece, por
lo cual extendió su iniciativa a los carneros de la "Aníbal
Madrigal".
"Si es bueno para los cultivos, tanto
sólido como líquido, y también para los animales, pues seguiremos produciéndolo
cada vez con mayor interés y propagándolo entre todos los
campesinos", subraya.
Otros émulos de Zamora Hernández en el ámbito de la
agroecología son Jorge Luis Rodríguez, Eva Ledón, Jesús Ignacio González, Vidal
Barrio, Juan Cruz, Pablo Díaz e Idania Falcón, todos de Cooperativas de Crédito
y Servicios; y abanderados de una técnica cuyas perspectivas son infinitas para
la agricultura cubana.
La ANAP en el territorio avileño fabrica una casa
de humus de lombriz en cada localidad municipal, tomando la experiencia de
otras provincias. Son de guano de palma real y madera rolliza, con 15 metros de
largo por cinco de ancho; de dos canoas con esa misma longitud, un metro de
altura y orificios en estas para recoger el agua después de la irrigación.
El objetivo es proseguir aumentando este ejército
de guardianes de la agroecología. (AIN)
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