jueves, 5 de abril de 2012

Utilización del Biogás

El biogás para cocinar. 
El uso del biogás en las cocinas constituye una tecnología limpia. No produce hollín, ni suciedades en ollas, los gases no son nocivos a los ojos y su combustión no perjudican a los pulmones. La ignición es fácil y el control de la chispa resulta cómodo, hay una alta efectividad del calor en las cocinas bien fabricadas y bien operadas puede alcanzar el 60 % de eficiencia. La cocina del biogás funciona a baja presión.

La cocina está conectada con el gasoducto y tiene válvulas de gas, las cuales se deben cerrar por cuestiones de seguridad y para evitar pérdidas innecesarias de gases. El uso incluye los siguientes pasos:

1. Cerrar completamente los reguladores del aire
2. Encender chispa de ignición y acercarla a la cocina
3. Abrir la válvula de gas
4. Poner las ollas arriba del horno. El fuego es todavía débil y la llama alargada la cual puede cubrir los alrededores de la olla.
5. Abrir lentamente el regulador para añadir el aire a la cocina hasta ver la llama corta y fuerte.
6. Ajustar la válvula del gas y el regulador del aire al mismo tiempo para lograr una llama azul, con altura de 25 a 30 cm, donde la combustión es más efectividad (60% del biogás). 

Problemas posibles. Los más comunes son:
1. Si la llama es larga y poco energética, puede ser que el difundidor del gas no esté en la posición correcta o la presión del aire no es conveniente. Hay que poner la olla arriba del horno y ajustar el regulador y la válvula.
2. Si el fuego es pequeño, es posible que la tobera, un hueco del horno o el tubo de la mezcladora se estanque, o la presión es baja. 
3. En el caso de que la presión no es estable (el fuego no está fijo), hay agua condensada en el gasoducto.
4. Si la llama tiene color amarillo o rojo, debe ajustar el aire (que falta o sobra en el momento).

Biogás para la iluminación.

El fuego del biogás tiene color azul y no ilumina bien.  Para  una  buena  iluminación  se  requiere una mantilla como en las lámparas de gas licuado o de petróleo. 

Las lámparas del biogás tienen diferentes formas y tipos: colgantes, de mesa o de techo. Los componentes de su estructura son similares a la cocina, comprende la tobera, tubo mezclador, regulador del aire, punto de llama con numerosos huecos y una matilla pegada al dicho punto. Al arder el gas, la mantilla se calienta y produce una luz blanca. El consumo es de 0,1 a 0,15 m3/hora para una iluminación equivalente a un bombillo incandescente de 60 a 100 W. Con la presión alta, la lámpara es brillante: la luminosidad desciende en correspondiente con la presión del gas. La cantidad consumida de gas depende de la presión. En general, para evitar explosiones de la mantilla, la presión no puede ser tan alta como en la cocina y debe ser menor de 300 mm H2O.

Uso y mantenimiento:
– Al instalar una mantilla nueva, se debe tensar en forma de un globo vacío y después atarla cubriendo el punto de llama
– Abrir poco a poco la tobera y el regulador del aire
– Acercar la ignición por arriba de la lámpara para evitar hollín sobre la mantilla. El biogás se enciende y arde
– Esperar que brille completamente, normalmente por minutos, entonces ajustar la tobera y el regulador para la máxima iluminación. Fijar esta posición para próximas ocasiones
– Para apagar la lámpara solo tienen que cerrar la válvula del gas
– En ocasiones posteriores, aproximar la ignición primero y luego abrir la válvula, de lo contrario la mantilla se explota
– La mantilla es frágil, es necesario tocarla fuertemente


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