Si eres productor agrourbano, agroecólogo, cocinero, semillero, productor de bioinsumos, transformas artesanalmente alimentos, sabes de medicina alternativa, o simplemente estudias y te interesa el tema vinculado a los alimentos y vives en el municipio Linares Alcántara del estado Aragua... esta actividad te interesa. Unas de las tareas del III Congreso Venezolano de Agroecología 2019 fue esto, organizarnos territorialmente. Está es una actividad pensada y organizada por las comunidades de productores del municipio. Sólo el Pueblo salva al Pueblo. Y así como dice su slogan 'produciendo estamos venciendo'.... esperamos encontrarnos y construir colectivamente un plan de acción territorial... los esperamos! Corre la voz....
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viernes, 17 de enero de 2020
jueves, 16 de enero de 2020
Glifosato, arsénico y una bomba de tiempo
Científicos argentinos publicaron una investigación inédita a nivel
mundial. Confirmaron que el herbicida glifosato junto con arsénico
(presente de forma natural en amplias regiones) producen alteración
hormonal y daño genético, antesala posible de enfermedades como el
cáncer. Existen más de 1000 trabajos científicos que dan cuenta del
efecto nocivo del agrotóxico.
"Los resultados presentados aquí deberían ser motivo de preocupación
para los sistemas (responsables) de la salud humana y de la vida
silvestre", alerta un trabajo científico inédito a nivel mundial,
realizado por científicos argentinos, que determinó los riesgos del
glifosato, herbicida estrella del modelo de agronegocio, en contacto con
el arsénico (químico presente de forma natural en amplias zonas
fumigadas). Existen numerosas pruebas científicas de los efectos en la
salud y el ambiente del glifosato, y ahora se confirma su efectivo
perjudicial potenciado: produce alteración de las hormonas y daño
genético, males asociados a enfermedades como el cáncer. "No tengo dudas
de las consecuencias del glifosato. Es tóxico y causa efectos muy
nocivos. Hay más de 1000 trabajos científicos que lo confirman", afirmó
Rafael Lajmanovich, científico a cargo de la investigación.
Rafael Lajmanovich es profesor titular de la Cátedra de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral e investigador del Conicet. Trabaja desde 1998 en el estudio del impacto de los agroecosistemas y los agroquímicos sobre la fauna silvestre de anfibios. Cuenta con más de cien trabajos internacionales y capítulos de libros sobre el tema.
Durante más de seis meses analizó (junto a un grupo de investigadores) el efecto del glifosato con el arsénico (que se encuentra presente de forma natural en agua y suelos de Argentina --muchas de las zonas agrícolas--). Y confirmó lo temido: tienen un efecto sinérgico, se potencian, y producen consecuencias muy graves.
Confirmaron disrupción hormonal (aumento en la concentración de hormonas tiroideas), la mayor proliferación celular (aumentan su tasa normal de división celular) y genotoxicidad (daño en el material genético). "Estos tres marcadores son fuertes indicadores de mayor riesgo ecotóxicológico de procesos de daño en el ADN y/o de los mecanismos de regulación del mismo (llamado daño epigenético), que resultan en una proliferación celular incontrolada", explicó Lajmanovich. Es una obviedad en el mundo científico, probado desde hace décadas: a mayor daño genético, mayor probabilidad de contraer enfermedades como el cáncer y malformaciones.
En el mismo sentido, la experimentación en anfibios en una de las mejores maneras de preveer lo que pasará en humanos. Por eso se los denomina los "canarios de la mina" (por esa práctica antigua de, en las galerías de carbón, tener un canario como alerta de gases tóxicos). El investigador detalla que los anfibios son excelentes modelos experimentales para estudiar el efecto agudo y crónico de sustancias toxicas sobre el desarrollo de los vertebrados inferiores hasta los mamíferos. El desarrollo embrionario de una larva de anfibio está regulado por una gran proporción de los mismos genes humanos. En el año 2010 se secuenció por primera vez el genoma completo de un anfibio y se comprobó que comparten hasta el 80 por ciento de los genes humanos asociados con enfermedades genéticas.
El trabajo experimental consistió en dos etapas. La primera del tipo "aguda a concentraciones letales" de ambos tóxicos, en la que se demostró que existía “sinergia”. Lajmanovich lo explica de forma didáctica: si la toxicidad del glifosato es 100 y la del arsénico es 100. Juntos tienen una toxicidad de 300 o más. La segunda etapa fue una medición de efecto crónico, de un mes, expuesto a dosis sub-letales (en cantidades que se pueden encontrar en escenarios naturales). El resultado fue el daño genético y alteración hormonal.
La investigación, única en su tipo, cobra mayor relevancia por la gran cantidad de herbicidas utilizado en Argentina y las amplias zonas con exceso de arsénico: desde Santiago del Estero, Chaco, Salta y Entre Ríos, hasta regiones de la Pampa Húmeda del agronegocio (Buenos Aires, Córdoba, La Pampa y Santa Fe).
El trabajo académico está especialmente dedicado al médico y científico Andrés Carrasco, que en 2009 publicó en este diario su investigación sobre el efecto letal del glifosato en embriones anfibios y su vinculación con la salud en humanos. Carrasco, que había sido presidente del Conicet y director del Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA, sufrió una campaña de desprestigio encabezada por las empresas del agronegocio (Monsanto, Bayer, Syngenta, Aapresid, entre otras), los diarios La Nación y Clarín (y sus periodistas "agrarios") y el ministro de Ciencia Lino Barañao.
"El profesor y doctor Andrés Carrasco fue un destacado científico y una motivación para todos los interesados en detener el impacto social y medioambiental de las empresas transnacionales y los establiments gubernamentales que legalizan el uso de pesticidas nocivos”, resalta el paper científico en su página nueve. Lajmanovich denunció las maniobras contra Carrasco: "El Conicet conformó una comisión para desacreditarlo, pero sin dudas logró el efecto contrario. Las evidencias sobre la toxicidad y los efectos del glifosato sobre el ambiente y la salud han sido abrumadoras en Argentina y el mundo".
Entre las empresas que comercializan glifosato en Argentina figuran Bayer-Monsanto, Syngenta, Red Surcos, Atanor, Asociación de Cooperativas Argentinas, Nufram, Agrofina, Nidera, DuPont, YPF y Dow.
La investigación fue publicado en la revista científica Eliyon, de la prestigiosa editorial internacional Elsevier, de Reino Unido. Esta publicación se encuentra, entre otras, en la base de datos médica más importante del mundo, Medline. El título de la investigación es "Primera evaluación de nuevos efectos sinérgicos potenciales del glifosato y mezcla de arsénico". Lleva la firma de otros siete investigadores. Paola Peltzer, Andrés Attademo, Candela Martinuzzi, María Fernanda Simioniello, Carlina Colussi, Ana Paula Cuzziol Boccioni y Mirna Sigrist.
Lajmanovich remarcó que "no hay dudas" del efecto nocivo del glifosato. Por un lado, están las víctimas de las fumigaciones con agrotóxicos, prueba territorial de las consecuencias. Y, por otro, precisa que existen "1079 trabajos científicos de todo el mundo que lo dicen, muchos de ellos de científicos de universidades públicas de Argentina y del Conicet, indexados y accesible en Medline".
Fuente: Página 12
Rafael Lajmanovich es profesor titular de la Cátedra de Ecotoxicología de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral e investigador del Conicet. Trabaja desde 1998 en el estudio del impacto de los agroecosistemas y los agroquímicos sobre la fauna silvestre de anfibios. Cuenta con más de cien trabajos internacionales y capítulos de libros sobre el tema.
Durante más de seis meses analizó (junto a un grupo de investigadores) el efecto del glifosato con el arsénico (que se encuentra presente de forma natural en agua y suelos de Argentina --muchas de las zonas agrícolas--). Y confirmó lo temido: tienen un efecto sinérgico, se potencian, y producen consecuencias muy graves.
Confirmaron disrupción hormonal (aumento en la concentración de hormonas tiroideas), la mayor proliferación celular (aumentan su tasa normal de división celular) y genotoxicidad (daño en el material genético). "Estos tres marcadores son fuertes indicadores de mayor riesgo ecotóxicológico de procesos de daño en el ADN y/o de los mecanismos de regulación del mismo (llamado daño epigenético), que resultan en una proliferación celular incontrolada", explicó Lajmanovich. Es una obviedad en el mundo científico, probado desde hace décadas: a mayor daño genético, mayor probabilidad de contraer enfermedades como el cáncer y malformaciones.
En el mismo sentido, la experimentación en anfibios en una de las mejores maneras de preveer lo que pasará en humanos. Por eso se los denomina los "canarios de la mina" (por esa práctica antigua de, en las galerías de carbón, tener un canario como alerta de gases tóxicos). El investigador detalla que los anfibios son excelentes modelos experimentales para estudiar el efecto agudo y crónico de sustancias toxicas sobre el desarrollo de los vertebrados inferiores hasta los mamíferos. El desarrollo embrionario de una larva de anfibio está regulado por una gran proporción de los mismos genes humanos. En el año 2010 se secuenció por primera vez el genoma completo de un anfibio y se comprobó que comparten hasta el 80 por ciento de los genes humanos asociados con enfermedades genéticas.
El trabajo experimental consistió en dos etapas. La primera del tipo "aguda a concentraciones letales" de ambos tóxicos, en la que se demostró que existía “sinergia”. Lajmanovich lo explica de forma didáctica: si la toxicidad del glifosato es 100 y la del arsénico es 100. Juntos tienen una toxicidad de 300 o más. La segunda etapa fue una medición de efecto crónico, de un mes, expuesto a dosis sub-letales (en cantidades que se pueden encontrar en escenarios naturales). El resultado fue el daño genético y alteración hormonal.
La investigación, única en su tipo, cobra mayor relevancia por la gran cantidad de herbicidas utilizado en Argentina y las amplias zonas con exceso de arsénico: desde Santiago del Estero, Chaco, Salta y Entre Ríos, hasta regiones de la Pampa Húmeda del agronegocio (Buenos Aires, Córdoba, La Pampa y Santa Fe).
El trabajo académico está especialmente dedicado al médico y científico Andrés Carrasco, que en 2009 publicó en este diario su investigación sobre el efecto letal del glifosato en embriones anfibios y su vinculación con la salud en humanos. Carrasco, que había sido presidente del Conicet y director del Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA, sufrió una campaña de desprestigio encabezada por las empresas del agronegocio (Monsanto, Bayer, Syngenta, Aapresid, entre otras), los diarios La Nación y Clarín (y sus periodistas "agrarios") y el ministro de Ciencia Lino Barañao.
"El profesor y doctor Andrés Carrasco fue un destacado científico y una motivación para todos los interesados en detener el impacto social y medioambiental de las empresas transnacionales y los establiments gubernamentales que legalizan el uso de pesticidas nocivos”, resalta el paper científico en su página nueve. Lajmanovich denunció las maniobras contra Carrasco: "El Conicet conformó una comisión para desacreditarlo, pero sin dudas logró el efecto contrario. Las evidencias sobre la toxicidad y los efectos del glifosato sobre el ambiente y la salud han sido abrumadoras en Argentina y el mundo".
Entre las empresas que comercializan glifosato en Argentina figuran Bayer-Monsanto, Syngenta, Red Surcos, Atanor, Asociación de Cooperativas Argentinas, Nufram, Agrofina, Nidera, DuPont, YPF y Dow.
La investigación fue publicado en la revista científica Eliyon, de la prestigiosa editorial internacional Elsevier, de Reino Unido. Esta publicación se encuentra, entre otras, en la base de datos médica más importante del mundo, Medline. El título de la investigación es "Primera evaluación de nuevos efectos sinérgicos potenciales del glifosato y mezcla de arsénico". Lleva la firma de otros siete investigadores. Paola Peltzer, Andrés Attademo, Candela Martinuzzi, María Fernanda Simioniello, Carlina Colussi, Ana Paula Cuzziol Boccioni y Mirna Sigrist.
Lajmanovich remarcó que "no hay dudas" del efecto nocivo del glifosato. Por un lado, están las víctimas de las fumigaciones con agrotóxicos, prueba territorial de las consecuencias. Y, por otro, precisa que existen "1079 trabajos científicos de todo el mundo que lo dicen, muchos de ellos de científicos de universidades públicas de Argentina y del Conicet, indexados y accesible en Medline".
Fuente: Página 12
Antonio Elio Brailovsky: "Las principales víctimas de los problemas ambientales son los pobres"
Entrevista al ecologista Antonio Elio Brailovsky, quien afirma que
«los seres humanos no estamos preparados para que el nivel del mar
ascienda, ni que zonas de cultivo se inunden o zonas bajo riego no
tengan agua de regadío. Ahí hay riesgos importantes, porque va a haber
muchos millones de refugiados y porque todo el sistema de seguridad
alimentaria quedará amenazado. Y que ahora un puñado de empresas esté
poniendo en riesgo el mundo me parece por un lado del egoísmo que
caracteriza al capitalismo pero además son una amenaza real».
Entrevista al ecologista Antonio Elio Brailovsky:
M.H.: Se
dio un acontecimiento con un final que de alguna manera usted anticipó
en nuestra última entrevista, la COP 25 que aparentemente no resolvió
ninguno de los problemas que plantea el cambio climático.
E.B.: Hubo
otras 24 anteriores en las que ni siquiera intentaron resolver nada, de
modo que a veces estas cosas están cantadas. Si no hay intención más
que de sacarse la foto, pasa eso, se sacan la foto, simularon discutir
pero sabían de antemano lo que iba a suceder. Lo que uno sabe hablando
con diplomáticos es que en estas cumbres no se resuelve absolutamente
nada. Cuando se resuelve algo ya viene cocinado desde meses antes.
Cuando llegan a ver qué van a hacer es mentira, y es lo que hicieron.
M.H.:
Quiero preguntarle algunas cosas porque me parece importante aclarar
temas sobre los que se habla pero se entiende poco. Por ejemplo, las
temperaturas crecieron un grado desde tiempos preindustriales, antes de
1850, en promedio, y las medidas tomadas hasta ahora llevan a un
incremento de entre 3 a 4 grados para 2100. ¿Qué significa esto?
E.B.: Significa
que por un lado el promedio tiene muchas variaciones, hay zonas que por
el cambio en los regímenes de vientos hace más frío, otras que hace más
calor, otras en las que llueve más, y otras zonas en las que llueve
menos. El principal problema es que cuando se supera una cierta barrera
que los científicos piensan que está en torno de los 2 grados, el hielo
de los polos se derrite y no se vuelve a formar.
Si se evita la
contaminación ahora, hay alguna probabilidad de que los fenómenos sean
reversibles, sino hay fenómenos que van a ser irreversibles. Los seres
humanos no estamos preparados para que el nivel del mar ascienda, ni que
zonas de cultivo se inunden o zonas bajo riego no tengan agua de
regadío.
Ahí hay riesgos importantes, porque va a haber muchos
millones de refugiados y porque todo el sistema de seguridad alimentaria
quedará amenazado. Y que ahora un puñado de empresas esté poniendo en
riesgo el mundo me parece por un lado del egoísmo que caracteriza al
capitalismo pero además son una amenaza real.
M.H.: ¿Qué
significa “En donde hubo más desacuerdos fue en las diferencias entre
los países para negociar el llamado mercado de carbono”?
E.B.:
El mercado de carbono es una cuestión que ni siquiera debería
mencionarse, de absoluta falta de ética. El tema es cómo hacen los
países que ya contaminan demasiado para seguir contaminando. Entonces la
idea es repartir entre todos los países permisos de contaminación y
aquellos países que son muy pobres y no tienen industria les venden a
los países ricos su permiso para contaminar para que los otros sigan
contaminando. Pero el tema no es cómo sigo contaminando, el tema es cómo
dejo de contaminar.
M.H.: Solo 84 países sobre 200 se
comprometieron a recortes más duros en 2020, pero entre esos no están EE
UU, China y Rusia que juntos suman alrededor del 55% de la
contaminación ambiental.
E.B.: Algo así como la mitad
de la contaminación mundial, con lo cual otra cantidad de países dicen
“si los que contaminan ni se comprometen, por qué me tengo que
comprometer yo”. Agreguemos que los que se comprometan no todos van a
cumplir sus compromisos. De modo que no podemos pensar en 84, sino en
muchos menos.
M.H.: Y para la próxima cita en Glasgow el año que viene ¿podemos tener alguna expectativa positiva?
E.B.: Si
no hay un cambio político profundo se van a seguir reuniendo en hoteles
de 5 estrellas, gastando un montón de plata y no van a hacer nada.
Insisto en que si no hay compromisos políticos adentro de los países van
a seguir sin hacer nada y el caso argentino es uno entre tantos.
Argentina
tiene una Ley de cambio climático que dice que hay que hacer una
comisión que estudie todo pero mientras tanto van a seguir promocionando
Vaca Muerta que es sacar hidrocarburos mediante fracking, la forma de
contaminación peor en materia de impacto sobre el cambio climático. De
modo que sacar una Ley de cambio climático para sacarse la foto, pero
después los del partido A, B o C están todos de acuerdo en producir
hidrocarburos mediante fracking; esta hipocresía argentina se repite en
la mayor parte de los países.
M.H.: Argentina es uno de los
países con un importante nivel de contaminación, entre otras cosas por
el tema de la desforestación.
E.B.: Por supuesto.
Porque los bosques podrían retener carbono, la materia prima de la que
están hechos los bosques es carbono, de modo que seguir destruyendo el
bosque nativo es seguir enviando carbono a la atmósfera. Lo hacemos
destruyendo el bosque nativo, quemando hidrocarburos o extrayéndolos de
la peor manera posible.
M.H.: Justamente lo había leído en Tiempo Argentino del 1º de diciembre: “La Argentina es uno de los 25 países que más emiten a nivel mundial”.
E.B.: Teniendo
en cuenta que son emisiones por habitante, por eso India que tiene
muchos más millones de personas que nosotros emite mucho más. Pero hay
una responsabilidad del gobierno, las empresas, etc., en relación con
cada argentino.
M.H.: Hay un informe que señala que Argentina
hasta hace 10 años se encontraba entre los países que más desforestaban
en el mundo.
E.B.: El tema es que cuanto más destruyan
menos queda, entonces en algún momento bajamos del ránking, pero porque
nos estamos quedando sin bosque nativo.
M.H.: Es ridículo,
porque el presupuesto 2020 destinaba $ 10.30 para cada hectárea de
bosque nativo. Esperemos que se rediscuta eso también.
E.B.: O
sea una pequeña fracción de lo que habría que invertir para proteger
los bosques. El tema es que el argumento de los neoliberales es que de
estas cosas se tiene que ocupar el mercado y con demasiada frecuencia el
argumento de los progresistas es que están muy ocupados atendiendo la
pobreza. Pero las principales víctimas de los problemas ambientales son
precisamente los pobres. Con lo cual atender los problemas de la pobreza
es también ocuparse del tema ambiental. No hace falta mencionar el
Riachuelo, está claro que los que viven ahí no son los ricos sino los
pobres.
M.H.: Me gustaría que comentara un poco cómo ve usted
la designación de Alberto Hensel como secretario de Minería de la
Nación. Inclusive ya se ha producido alguna situación de conflicto en el
ámbito de la provincia de Chubut y en la provincia de Mendoza.
E.B.: Más
allá de las personas, uno piensa en términos de políticas. Hay interés
en profundizar el tema de la gran minería en provincias en las que no
hay agua, entonces esa gran minería más allá de los accidentes y
tóxicos, utiliza demasiada agua en provincias en las que deberían
declarar la emergencia hídrica y hacer una contabilidad minuciosa. Ver
si tienen agua para la gente y los cultivos, antes de darla toda a la
minería. Ese es el problema. No creo que el secretario de Minería esté
preocupado por estas cuestiones.
También con el tema de la deuda
externa hay una desesperación por conseguir dólares rápido, y el riesgo
de hacerlo es conseguirlos haciendo un daño al ambiente, en este caso al
agua, que dure muchos siglos. Entonces cuál es la ventaja de conseguir
dólares en 2020 y seguir arruinando las fuentes de agua potable por
siglos.
M.H.: Se habla de un desastre ambiental en la ciudad de Mercedes, por un derrame agrotóxico producido por un incendio.
E.B.: No
es la ciudad de Mercedes, es el partido de Mercedes, hubo un incendio
en una planta de plaguicidas y otro en América, también en la provincia
de Buenos Aires un par de años atrás. En Gral. Pico (La Pampa) otro más
en 2017, hay muchos sitios en los que hubo accidentes en plantas de
plaguicidas, donde después el municipio miró para otro lado, no hay
sistema de salud ni de prevención y las empresas depositaban plaguicidas
de cualquier manera en condiciones de extrema peligrosidad.
Todos
los habitantes de las localidades afectada tienen que ser sometidos a
controles médicos de por vida porque han respirado no solo plaguicidas,
sino productos de la combustión de estos mismos que pueden ser peores.
Están amenazados directamente de cáncer durante el resto de sus vidas.
Esto
hay que aceptarlo, más allá de que haya sanciones a las empresas, de
que se necesita una norma muy estricta de inspecciones minuciosas sobre
qué hacen las empresas con los plaguicidas. Además tenemos el hecho
consumado, gente con su salud en riesgo alto y aspirar una sustancia
cancerígena puede tener efecto hoy, mañana o dentro de treinta años.
Esta gente necesita ser controlada en sus condiciones de salud toda la
vida. Eso tiene alguna implicancia política y hay que ver si el gobierno
de la provincia lo acepta.
M.H.: Es un hecho bastante silenciado, mencionó dos casos que yo desconocía.
E.B.: Cuando
uno mira quién pone los avisos en los suplementos rurales está claro
por qué se silencia, no es por desconocimiento ni por error, se silencia
porque hay empresas que financian esos medios y el precio de hacerlo es
que de eso no se hable.
Fuente: ANRed
miércoles, 15 de enero de 2020
La agroecología como política de salud pública
Los beneficios de un sistema agroecológico de producción han sido
abordados desde la perspectiva de la economía, la mejora del medio
ambiente y la participación social. Sin embargo a lo largo de los años
de su desarrollo en el país, no se ha logrado la visión de la
agroecología como una política de salud pública, ni de este abordaje
relacionado con los otros sistemas.
A nivel mundial, la mitad de los alimentos que se consumen provienen
de la pequeña agricultura agroecológica. El país líder en producción
orgánica de América Latina es Argentina. Pero, la mayor cantidad de
producción orgánica está destinada a la exportación a Europa y Japón.
Existen
tres tipos de producción agroecológica en nuestro país. La
“Agroecología extensiva” o a gran escala, destinada al mercado externo e
interno con producción mixta de cultivos y ganadería. La Agroecología
de la “agricultura familiar”, destinada al autoconsumo, a la venta
directa en mercados locales y en redes de la economía social.
Relacionada a la educación popular, son huertas familiares y
comunitarias con formas de producción tradicionales que acrecientan la
soberanía alimentaria. Y la producción “orgánica”, destinada al mercado
externo, principalmente a EEUU y luego Europa. Ligada al concepto de
mercados orgánicos para el agregado de valor.
Argentina ocupa el
segundo puesto en superficie de tierra dedicada a la producción
orgánica, luego de Australia. Poseemos 333.477 unidades productivas de
las cuales 218.868 son unidades de agricultura familiar (el 65%). En
estas se produce un porcentaje importante de nuestros alimentos.
La
Agroecología propone un modelo de producción distinto. Tiene una
productividad superior a la industrial (a partir del segundo año la
diferencia es mayor al 20% a favor del planteo agroecológico) y gasta un
80% menos. Sin embargo, no existe una política integral a su favor y
hay una invisibilización del papel que juega en la salud y provisión de
alimentos, en el freno del calentamiento global y la sostenibilidad
ambiental. El mayor problema para el desarrollo es la falta de acceso a
la tierra, ya que los productores agroecológicos no son dueños de las
tierras que cultivan. Se requiere una ley para la agroecología y normas
de promoción que aborden todas las áreas, como la salud. Es un sector
que se encuentra en proceso de transición y requiere el necesario
impulso por parte de todos los actores intervinientes del Estado, para
ser parte de la solución como modelo sustentable de economía, medio
ambiente y salud.
La agroecología contribuye principalmente en el
ámbito de la salud a mejorar la nutrición y evitar los efectos nocivos
de las sustancias plaguicidas sobre el organismo humano, como el
clorpirifós y el glifosato.
Es un sistema de producción que
mantiene el equilibrio en el ciclo vital de las frutas y hortalizas, lo
que permite obtener una mayor composición de vitaminas, minerales y
sustancias antioxidantes. Un alimento producido localmente es además,
más fresco, más nutritivo y genera una diversificación de la dieta.
El
modelo alimentario que predomina está basado en monocultivos de
cereales y ha favorecido a la malnutrición por falta de micronutrientes.
Siendo Argentina un país con las herramientas para la plena justicia
social, más de un tercio de la población se encuentra por debajo de la
línea de pobreza y el 50% de los niños y adolescentes del país son
pobres. El hambre es inherente a un modelo productivo que concentra la
riqueza y en el que se envían al exterior las materias primas con más
calidad nutritiva, cuando deberían alimentar a los niños y niñas de la
Argentina.
Para dar respuesta al hambre, la desnutrición y activar
la economía en el circuito es imperioso abastecer a los comedores
escolares, comunitarios y hospitales con alimentos de mayor calidad
nutricional proveniente de los productores agroecológicos.
Promover
las prácticas agroecológicas aumenta la productividad agrícola, la
soberanía alimentaria y permite llevar a cabo de manera eficiente el
plan Argentina sin hambre.
Mejora los ingresos y medios de
sustento de la población rural y periurbana. Garantiza una gestión
eficaz para la diversidad vegetal como elemento clave en la lucha contra
la pobreza y alcanzar una mayor seguridad alimentaria en un contexto
hostil y de cambio climático.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/ 15/01/2020
lunes, 13 de enero de 2020
Retornar a la agricultura tradicional, herramienta eficaz contra el cambio climático
El retorno a la agricultura tradicional, pero aprovechando las nuevas
tecnologías, para conseguir un modelo alimentario justo, en mano de los
pueblos y no de las empresas, es uno de los objetivos imprescindibles
para luchar contra la crisis climática.
Así lo promueven estos días en la cumbre mundial del clima, COP25, en
Madrid, los integrantes de Vía Campesina, un movimiento internacional,
formado por 200 millones de agricultores, campesinos y trabajadores
agrícolas por la soberanía alimentaria.
"La organización trabaja y
construye un modelo alimentario justo, que esté en manos de los pueblos
y no de un puñado de multinacionales", explica a Efe Jesús Vázquez,
activista de la organización Boricuá de Puerto Rico, perteneciente a Vía
Campesina.
"También practicamos y promovemos la agroecología, es
decir un modelo agroalimentario que no depende de insumos externos, que
no contamina, es saludable, provee alimentos en abundancia y que nos
ayuda a trabajar la colectividad y a apoyarnos mutuamente", señala.
Vázquez,
de 34 años, e integrante de una familia de agricultores puertorriqueños
tiene claro que el modelo que funciona es "el que nuestros indígenas,
nuestros ancestros, han realizado y practicado por siglos y que también
es tecnología".
"En un momento en la COP25 en el que estamos
hablando de nuevas tecnologías, nosotros favorecemos una tecnología
cultural que está basada en ciencia y en sabiduría", asegura.
Porque,
"¿quiénes saben más de cambio climático que nuestros indígenas,
nuestros campesinos?. Hasta pueden pronosticar cuándo va a llover y
cuándo viene una época de sequía", plantea.
Por eso, dice el joven
activista, "es hacia allá hacia donde tenemos que mirar en este momento
de emergencia climática, con todo lo que está sucediendo en el mundo".
NO A LA EXPLOTACIÓN NATURAL Y HUMANA
Diferentes
organizaciones como Boricuá integradas en Vía Campesina se encargan de
llevar a cabo un trabajo de base en sus respectivos países.
"Lo
hacemos manteniéndonos conectados, visibilizando lo que se hace,
aprendiendo unos de otros y reconociendo que tenemos que detener un
modelo económico que funciona como si los recursos naturales no tuvieran
límite. Los explotan, y a la vez explotan al ser humano", señala
Vázquez.
"Nosotros sabemos que es posible vivir de manera
saludable y compartiendo, y en ese sentido trabajamos con diferentes
sectores", añade.
MEMORIA HISTÓRICA
En Puerto Rico,
Boricuá tiene muy en cuenta los años 50, un momento de la historia del
país "en el que se llegó a producir el 60-70 por ciento de la comida que
se necesitaba para vivir, antes de que se arrancara la dignidad al
trabajo en el campo y se promoviera la inmigración a la ciudad".
"Ahora
recibimos aproximadamente más del 80 por ciento de los alimentos de
afuera, por lo que en un modelo mundial, y con la existencia del cambio
climático, tenemos que buscar la sostenibilidad para las próximas
generaciones", afirma Vázquez.
Por eso, "hay que tener memoria
histórica, recordar porqué hubo esa inmigración y hay muchos jóvenes que
lo entienden, que lo asimilan, y muchos que viven en la ciudad y se van
al campo y hay muchos retos, pero la idea es esa construir en
comunidad, reconocer que se lleva haciendo por siglos", explica.
"Lo
que quieren es que seamos máquinas, conectados con nuestros móviles en
la ciudad, como si al supermercado la comida llegara dándole a un
botón", sentencia el activista.
Y subraya que la tarea de Vía
Campesina es "una manera de preservar aquella cultura y devolverle la
dignidad al trabajo del campo".
"Nuestra consigna es globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza", concluye.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org 12/12/2019
viernes, 10 de enero de 2020
miércoles, 1 de enero de 2020
Feliz Año 2020 👨🏽🌾❤🇻🇪
En este inicio del año 2020, comparto con ustedes el resultado de la
última semana del año 2019, en la cual mis pollas iniciaron el proceso
de pasar a Gallinas, dejando como resultado 15 Huevos, de las 9 Por
Ahora solo ponen 6, el futuro es promisorio y espero pronto trasladarlas
a mi Conuco una vez que establezca residencia en el, a Conuco
Agroecológico no lo Bloquea Nadie, la Soberanía Alimentaria inicia en
cada Familia, Feliz Año 2020 👨🏽🌾❤🇻🇪
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