Visión Agroecológica: Haciendo de la Agroecología Nuestra Forma de Vida
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domingo, 31 de diciembre de 2023
miércoles, 27 de diciembre de 2023
Desde Visión Agroecológica Proponemos a Pacheco en sustitución de San Nicolás como el Símbolo de las Navidades Venezolanas
Desde Visión Agroecológica proponemos que en Venezuela tengamos nuestro símbolo oficial de la navidad, para ello ya existe un camino andado y que a nivel nacional es conocido como PACHECO. Corresponde a los legisladores promulgar una ley para todo el territorio nacional y al gobierno por intermedio de los ministerios de educación, el de la cultura y el de información y comunicación realizar una campaña para fortalecer está tradición y que a partir del próximo año en los centros comerciales, publicidad pública y privada se sustituya a papá Noel y sea Pacheco quien engalane con su presencia las festividades.
Para lo cual se debe difundir la historia de Pacheco y ordenar que en todas las escuelas del país se utilice la figura de Pacheco en tiempo de navidad.
Esperamos que está idea que de seguro ha sido propuesta pero sin apoyo sea tomada en consideración y desde Venezuela consolidar un icono navideño totalmente opuesto al San Nicolás, con el cual se resalten los valores como el amor, la solidaridad, el respeto a todos los seres vivos para conservar el patrimonio natural y vivir en armonía con la naturaleza.
A continuación presentamos una reseña histórica de Pacheco la cual tomamos de la página Impacto Venezuela:
El floricultor galipanero, Antonio Pacheco, bajaba todos los diciembres a Caracas y su llegada coincidía con la Navidad y el frío
El origen de la frase: “llegó Pacheco”, para denotar el comienzo de la época de frío en Venezuela, pero en especial en diciembre y, en Caracas, es bastante particular.
Cuenta la leyenda que, hace más de un siglo, el floricultor galipanero Antonio Pacheco, bajaba a Caracas, desde el Ávila, a finales de noviembre o principios de diciembre.
Su llegada, con las flores que traía para vender, coincidía con las bajas temperaturas de la época y la gente comenzó a asociar, a este señor con el frío.
Pacheco llegaba a Caracas por el Camino de los Españoles y entraba a la ciudad, por la Puerta de Caracas en La Pastora.
Ahí vendía sus flores frente a la iglesia y aprovechaba para descansar del viaje. Después del descanso, seguía su camino hacia el Mercado de las Flores de San José, en donde junto a otros galipaneros, terminaba de vender las flores.
Este recorrido lo realizaba tres veces a la semana. Subía y bajaba con sus burros y sus flores, hasta finales de enero. Luego regresaba nuevamente, en noviembre y así cada año.
“Allí viene Pacheco, bajó Pacheco o llegó Pacheco”, gritaban los caraqueños de la época.
En la actualidad, se dicen frases como: “Ya se siente el Pacheco, Hace Pacheco, Llegó Pacheco o Este año está fuerte el Pacheco, para referirse a la llegada del frío y la Navidad.
En la voz de Hugo Blanco
El músico venezolano Hugo Blanco, escribió una canción, en la década de 1980, en honor a la leyenda de Pacheco. A continuación parte de la letra de esta reconocida composición:
«El frío llegó, se llama Pacheco
El frío llegó, se llama Pacheco
y el café con ron es bueno pa’ eso
y el café con ron es bueno pa’ eso
Pacheco te llaman, frío de diciembre
Pacheco te llaman, frío de diciembre
yo no sé ese nombre de dónde proviene
yo no sé ese nombre de dónde proviene
voy a averiguarlo pa’ el año que viene»
Autor: Víctor Peralta
martes, 26 de diciembre de 2023
El cambio climático ha cambiado el color de la naturaleza
«Lo comentamos los vecinos», dice María. En su aldea del sur de la provincia de Pontevedra, casi ya en la frontera con Portugal, las hojas anaranjadas que anuncian la llegada del otoño tardan más que antes en llegar. Los vecinos también han detectado que los árboles florecen a veces fuera de tiempo —«pero luego se queda en nada»— y que los comportamientos habituales de las plantas no son los que están viendo.
Sin saberlo, están haciendo ciencia ciudadana y, de paso, han identificado un patrón que se está viendo no solo en esa zona fronteriza. Los colores de la naturaleza se están alterando y es algo que está ocurriendo en todo el mundo. La culpa está en los cambios que ha generado el cambio climático.
El proyecto RitmeNatura, del Centro de Investigación en Ecología y Aplicaciones Forestales (CREAF), sí hace ciencia ciudadana. En él participan escuelas e institutos, aunque no solo. Funciona en Cataluña y cualquier persona puede apuntarse. Lo que hacen estos participantes es recolectar información sobre el comportamiento de las plantas —por ejemplo, se puede 'apadrinar' un árbol e ir enviando información regular sobre su estado— y esa información ayuda a entender qué ocurre con la naturaleza.
A estas alturas, los árboles que observan sus participantes deberían tener ya las hojas amarillentas y estar perdiéndolas. Sin embargo, una rápida observación de un árbol cualquiera de hoja caduca invita a pensar que no está ocurriendo. ¿Están cambiando los colores del otoño? ¿Están llegando más tarde porque los árboles están perdiendo sus hojas de forma más tardía? «Ya hay resultados de RitmeNatura y de otros observatorios de que la caída de las hojas se produce más tarde», señala Gerard Gaya, técnico de comunicación de RitmeNatura.
Un ejemplo es el otoño de 2021: entonces, desde el propio CREAF alertaban en noviembre de ese año de que los colores de la estación se estaban haciendo esperar. La culpa la tenían unas semanas más cálidas de lo normal en septiembre y octubre.
Lo que valía para entender qué pasaba en los bosques catalanes de hace un par de años sirve también para comprender qué está ocurriendo ahora. Si este octubre está siendo sorprendentemente cálido para las personas, también lo es para la naturaleza. Para las plantas es un problema, porque están perdiendo una de sus señales claras. «No saben que estamos en otoño hasta que no llega el frío», explica Naya.
Por eso, no han empezado su proceso de transición otoñal. El calentamiento está modificando las temperaturas y empujando a las estaciones intermedias a posiciones más difusas. Eso es un problema para la naturaleza, que llega tarde al otoño y cada vez antes la primavera. Pero eso también está cambiando sus colores, puesto que están conectados a esos procesos.
En Vermont, por ejemplo, ya preocupa el impacto que tendrá en la paleta otoñal de la región esta situación, puesto que el turismo de ese estado de EEUU está muy conectado al turismo de 'ver' el otoño. Las intensas sequías hacen que los bosques sean más marrones y menos vibrantes en otoño, al tiempo que los exponen a plagas, analiza un estudio de la Universidad de Vermont. Para que las hojas adquieran sus tonos otoñales necesitan noches frías, pero el calentamiento las está haciendo menos habituales.
Una paleta alterada
Además, el problema no está limitado a que los colores de la naturaleza no lleguen cuando deberían, que se retrasen o adelanten (como ocurre en primavera) a nuestras expectativas. Tampoco es una cuestión solo de economía regional turística. Lo que implican estos cambios de colores y sus consecuencias tienen ramificaciones más profundas.
El mejor ejemplo está en lo que ocurre con los océanos. En los últimos 20 años, el 56% de los océanos se ha hecho más verde, como advertía un estudio publicado este verano en la revista 'Nature'. En la presentación de estos datos, la científica investigadora senior del MIT y coautora del estudio, Stephanie Dutkiewicz, indicaba que las simulaciones ya advertían de que los océanos iban a cambiar de color. «Ver que pasa realmente no es sorprendente, pero sí aterrador. Estos cambios son consistentes con cambios inducidos por el hombre en nuestro clima», señalaba. La razón de este cambio de color está en cómo se está alterando ese ecosistema, un cambio que no puede ser explicado solo por las variaciones naturales de los mares. El calentamiento global está modificando su equilibrio.
Esta modificación no es solo problemática por lo que dice sobre los efectos de la actividad humana en el mar, sino también porque los océanos son uno de los grandes pulmones del planeta. Al modificarse la base del ecosistema —el plancton que vive en él— afecta a su vez a la fauna marina pero también a la capacidad de absorber carbono del mar.
Además, un cambio similar se está viendo en las grandes masas de agua dulce. Un análisis ha comparado imágenes satélite de lagos obtenidas entre 2013 y 2020. Sus conclusiones evidencian que los lagos azules —un tercio de todos los globales y los más profundos— están perdiendo su tono azulado.
El agua más caliente, que produce más floraciones de algas, tenderá a empujar a los lagos hacia colores verdosos», señalaba en la presentación de sus conclusiones la autora del estudio, la ecóloga de la Illinois State University, Catherine O'Reilly. Esto puede hacer que tratar ese agua para el consumo humano sea más caro en el futuro o afectar a la pesca en esas zonas, advierten en el estudio.
Las consecuencias de estos cambios
Al final, los cambios en la paleta de la naturaleza activan efectos en otras muchas áreas. Como alerta Naya, nada en la naturaleza funciona al margen de sus demás elementos. «La conexión entre especies es una cadena», señala. Por eso, cuando se altera una de las piezas, afecta a todas las demás. Es como uno de esos juegos en los que se construyen figuras con piezas de dominó que van cayendo unas tras otras. Se necesita que todas estén alineadas. La alteración de los colores de las flores, por ejemplo, manda mensajes confusos a las especies polinizadoras, que puede que se encuentren con que ya están 'pasadas' cuando llegan hasta ellas.
Incluso, los cambios en temperaturas impactan en la actividad de los árboles. «Estos cambios pueden hacer que haya segundas floraciones», apunta Naya. En el otoño de 2022, por ejemplo, la propia RitmeNatura identificó la floración de frutales o plantas como el tomillo y la retama, que no deberían estar haciéndolo. No es una buena noticia. Como explica Naya, es un gasto de energía para los árboles y esa floración no conduce realmente a nada. Nunca se va a convertir en un fruto, porque cuando llega el tiempo del otoño-invierno real se pudre.
En cierto modo, los colores son una señal de alerta de que algo está pasando. Esas hojas que no se han caído advierten de que las estaciones se están volviendo más difusas de lo que deberían. «No solo ocurre en las plantas, también en los animales migradores», apunta Naya. Sus fechas también se han desorientado.
Fuente: Antropia por Raquel Pico 20/12/2023
lunes, 25 de diciembre de 2023
Ciudades esponja y techos verdes: las urbes incorporan la naturaleza para mitigar y crear empleo
Una forma de hacer que las ciudades sean más sostenibles y resilientes es incorporar la naturaleza a su gestión y diseño. Estas soluciones protegen, restauran y gestionan el ecosistema de forma sostenible, lo que garantiza la biodiversidad, mejora la calidad del aire y asegura una mayor seguridad alimentaria y de los recursos hídricos. Las soluciones basadas en la naturaleza son diversas y abarcan desde reverdecer la ciudad hasta la restauración de humedales y arrecifes, pasando por la mejora de la gestión del agua de lluvia. No solo son positivas para el medio ambiente, sino también para el bienestar y la economía. De hecho, tienen el potencial de generar más de 59 millones de puestos de trabajo en todo el mundo.
Un gran número de ciudades están adoptando soluciones innovadoras basadas en la naturaleza. Por ejemplo, Guangzhou (China) se embarcó en 2017 en un viaje para convertirse en una ciudad esponja con el objetivo de hacer frente a la degradación ambiental. Aplicando este concepto, Guangzhou y muchas otras metrópolis chinas han reducido el riesgo de inundaciones y mejorado la gestión del agua. Otras ciudades, como Toronto (Canadá), han implantado una política que exige que los nuevos edificios tengan techos verdes, lo que puede reducir la temperatura y el consumo energético de los edificios, además de proporcionar un hábitat para la fauna urbana y mejorar la calidad del aire. Por su parte, Medellín (Colombia) ha creado un corredor verde de 1,3 kilómetros que ofrece al vecindario un fácil acceso a zonas verdes.
Las soluciones basadas en la naturaleza pueden proporcionar más de un tercio de la mitigación climática necesaria para 2030. Sin embargo, solo el 0,3% del gasto en infraestructura urbana se destina a ello.
Las grandes ciudades dependen de sus alrededores para acceder a recursos naturales como el agua, la energía o la alimentación, y al mismo tiempo tienen un gran impacto en su ecosistema
Este año, el Día Mundial Metropolitano, celebrado cada 7 de octubre, se centró en “el poder de la naturaleza”. Con este tema, se hizo un llamamiento a los gobiernos para que trabajen más allá de los límites administrativos de sus ciudades y sitúen la naturaleza en el centro de la acción local. Más de 240 personas, incluyendo representantes políticos, se reunieron en Estambul (Türkiye) para intercambiar experiencias sobre cómo mejorar la resiliencia de sus áreas metropolitanas. Este evento global, organizado por la Unión de Municipios de Mármara, Metropolis y ONU-Hábitat, fue seguido de eventos en otras ciudades como Kinshasa, Austin, Barcelona, Valle de Aburrá y Ciudad de México.
Una de las grandes conclusiones de los debates es que los retos a los que se enfrentan las ciudades no pueden resolverse solo a nivel municipal. Los límites de una ciudad ya no reflejan la realidad cotidiana de sus habitantes, por lo que los gobiernos necesitan mirar más allá de las divisiones geográficas e institucionales tradicionales. La vida se construye a escala metropolitana. Por consiguiente, debe gobernarse a la misma escala a la que se vive: es un ejercicio de corresponsabilidad que permite reducir la inequidad territorial, superando así la narrativa binaria de territorios ganadores y perdedores.
Además, la perspectiva metropolitana reconoce que las ciudades no son fundamentalmente distintas de su entorno. Tampoco son lo contrario a la naturaleza. Las grandes ciudades dependen de sus alrededores para acceder a recursos naturales como el agua, la energía o la alimentación, y al mismo tiempo tienen un gran impacto en su ecosistema. En el panorama global, las urbes son actores clave en los asuntos mundiales por su alcance, tamaño e importancia cultural.
Por: Laura Valdés Jefa de Políticas Públicas en Metrópolis, red global que agrupa a las grandes ciudades y áreas metropolitanas del mundo.
Fuente: El País 25/12/2023
domingo, 24 de diciembre de 2023
Waraos mantienen la tradición de los bollos navideños envueltos
jueves, 21 de diciembre de 2023
martes, 19 de diciembre de 2023
Actividades Navideñas del PFG Agroecología con los grupos parroquializados
Estudiantes de Agroecología realizan compartir Navideño en el Caserio Bella Vista
lunes, 18 de diciembre de 2023
domingo, 17 de diciembre de 2023
Cuál es la función de la sal en el mar y qué pasaría si no hubiera
jueves, 14 de diciembre de 2023
COP28 Acuerdo histórico por el clima
La cumbre de Dubái señala un camino que parecía imposible de transitar: el fin del petróleo, el carbón y el gas.
Como dijo el presidente de la COP28, Sultán al Jaber, en la presentación del acuerdo, este “será tan valioso como lo sea su cumplimiento”, algo que depende ahora de que cada país adopte los objetivos acordados de eliminar gradualmente el uso de combustibles fósiles y las ayudas públicas que reciben, además de triplicar la capacidad de producción de las energías renovables y de duplicar la tasa de eficiencia energética antes de 2030. Todo tendrá que concretarse en los nuevos planes de reducción de emisiones que cada país ha de presentar dentro de dos años.
Estamos a tiempo de conseguir que la temperatura media del planeta no supere a final de siglo los 2,1 grados respecto a la era preindustrial, aunque cada vez resulta más difícil quedarse en los 1,5 planteados en el Acuerdo de París de 2015. Para ello es necesario un compromiso político firme que acelere la descarbonización de la economía. Con los actuales planes de reducción de emisiones, la temperatura se encamina, en el mejor de los escenarios, a aumentar entre 2,1 y 2,8 grados. El acuerdo de Dubái es un gran logro además porque se ha aprobado un fondo de pérdidas y daños para compensar a los países más vulnerables al cambio climático y para ayudarles a mitigar sus efectos, pero ahora hay que cumplirlo.
Fuente: El País 14 Diciembre 2023
miércoles, 13 de diciembre de 2023
Estudiantes de Agroecología Continúan labores de formación en la Parroquia San José de la Montaña
(Especial, San José de La Montaña 10/12/2023). Como parte de la formación que reciben los estudiantes del Programa de Formación de Grado (PFG) Agroecología la Universidad Bolivariana de Venezuela, específicamente en la Parroquia San José de la Montaña, zona cafetalera del Municipio Guanare, se realizó un importante trabajo del Proyecto Agroecológico y de la Unidad Curricular Producción y Reproducción de Especies Vegetales.
Bajo el acompañamiento del Profesor José Terán, los estudiantes realizaron labores de acondicionamiento del suelo y transplante de plántulas de aji dulce.
De esta forma se continúan las labores de diversificación de cultivos en procura de incrementar la biodiversidad en la zona y de mejorar las condiciones físicas y químicas de los suelos, contribuyendo a la Soberanía alimentaria de esa importante zona de la cuenca alta del Estado Portuguesa.
viernes, 8 de diciembre de 2023
La Criollita Señora Hallaca
De Arturo Uslar Pietri
Para dónde va tan elegante señora Hallaca?*
-Para una cena de Navidad.
*Usted es la invitada?*
No yo soy la cena.
*Hablemos de ese traje tan bonito que lleva puesto.*
-Este es un bello modelito confeccionado con hoja de plátano amarrada con pabilo.
*Usted es venezolana?*
-Soy criollita, pero tengo ingredientes europeos, indígenas, africanos y asiáticos; es decir, tengo de "allá" y de "aca".
*De que está hecho su cuerpo?*
-De maíz, que es un cereal originario de América.
*Y su corazón?*
-Eso es puro guiso.
*Y con qué hacen ese guiso?*
-Con carne de res, de gallina o pollo y cochino. Ademas estoy rellena con aceituna, alcaparras, pasas, encurtidos, cebolla, pimentones y otros ingredientes que varían según su región o el lugar donde me hacen. Puedo ser Aragueña Caraqueña, Zuliana, Andina, Oriental, Llanera o Guayanesa.
*Con todos esos sabores usted debe ser uno de los manjares más exquisitos del mundo.*
-!Ay ,me sonrojo!
*Por lo que le acabo de decir?*
-No, por el onoto que me pone colorada.
*Hablemos de su nombre.*
-Hallaca es una voz de origen indígena que quiere decir
"Envoltura" o "paquete" me pusieron ese nombre porque siempre ando embojotada en hojas de plátano.
*Que es lo que más le gusta de la Navidad?*
-Me gusta ver que las familias se unen para hacerme y después se vuelve a unir para comerme y ahora... Y ahora con tu permiso me voy a echar un bañito...un bañito en agua bien caliente porque , sabes que cosa es maluca? ....!una Hallaca fría!.
*Bueno señora Hallaca muchas gracias.*
-Feliz Navidad para todos y los espero en la masa, o mejor dicho, en la mesa!.
domingo, 3 de diciembre de 2023
Día Mundial de la lucha contra los agrotóxicos: la esperanza está en el cultivo agroecológico
El 3 de diciembre es el Día Internacional del No Uso de Plaguicidas. Es una conmemoración establecida por las 400 organizaciones miembros de la Red de Acción en Plaguicidas, recordando a más de 500.000 personas intoxicadas y más de 16.000 personas fallecidas esa noche en Bophal, India, en 1984, debido al escape de 27 toneladas del gas tóxico para fabricar plaguicidas
jueves, 30 de noviembre de 2023
La explicación del porque el Planeta se llama Tierra y no agua como muchos proponen
En la escuela nos enseñan que el planeta está cubierto de agua en un 70%. Lo cual es cierto, pero especificado que solohace referencia a la superficie. Si comparamos con el volumen total de la Tierra, el agua representa solo el 0,12%.
Entonces, lo correcto sería: El agua en la Tierra representa aproximadamente el 0,12% en volumen, pero está distribuida en una delgada capa que cubre alrededor del 70% del área de la Tierra.
Nuestro planeta tiene un diámetro de unos 12700 km. Toda el agua de la Tierra cabría en una esfera de 1385 km de ancho.
En la imagen vea una comparación entre nuestro planeta y el volumen total de agua que se encuentra en la esfera azul pequeña.
La esfera más grande representa la cantidad total de agua (mares, océanos...), y el pequeño es el total presente en ríos y lagos.
Tenemos menos agua de lo que pensamos
Fuente: Somos Cosmo